Hogar, Dulce Hogar

31 6 0
                                    

Estudiar, trabajar, pertenecer a un club y haber comenzado tarde las clases es una combinación que dejaría cansado a cualquiera, Margarita no era la excepción. Ya era el día Jueves, pronto cumpliría dos semanas desde que se unió a la universidad. Se encontraba muy agotada, no ayudaba el que aun tuviera que dormir en aquella cama incomoda, pero intentaba estar animada pensando que pronto se pondría al día con todas las materias.

Ahora estaba sentada en clase, poniendo su máximo esfuerzo en prestar atención a lo que decía la profesora.

—No sé si conocen, espero que sí, las diferentes tribus que antes había por todo el país. Para conmemorar un poco y exponer el —la docente de fotografía y diseño comenzó a dar un discurso demasiado largo sobre las antiguas tribus que habían sido oprimidas por los colonizadores—... dicho esto, busquen una pareja con la cual trabajarán durante la semana que tienen para entregar el proyecto.

Las parejas no tardaron en formarse, muchos de los estudiantes ya tenían a alguien con quien hacer ese tipo de trabajos. Margarita levantó la cabeza para buscar a su compañera de habitación, tardó varios segundos en recordar que Rocío daba esta materia con otro profesor. Durante esos momentos, Inco observaba confundido, y algo molesto, a la chica, él pensaba que sería la primera y única opción para ella, pero no entendía porque parecía estar buscando a alguien más.

—Margarita —dio un toque en el hombro de la mencionada— ¿Quieres hacer conmigo el trabajo?

—Si... claro. Estaba buscando a Rocío, me había olvidado que ella no está en esta clase —el cansancio en ella ya le estaba pasando factura, incluso era algo visible por las ojeras que se estaban formando en su rostro.

Al escuchar que ella estaba buscando antes hacer un grupo con la yonkie antes que con él, un tic en su ojo se hizo presente. Aún no podía entender cómo es que Margarita se llevaba tan bien con ella.

Las cosas se mantuvieron tranquilas hasta la hora del almuerzo, donde Rocío, no pudo presentarse por estar ocupada con algunas tareas del club de teatro.

—Entonces, Inco —la caimán estaba dando algunos mordiscos a su almuerzo mientras hablaba—, ¿ya tienes en mente alguna tribu para hacer el proyecto?

El chico observó con la cabeza ladeada a la albina, principalmente su comida, ya que hoy tenía algo particular. En lugar de ser pan con carne sintética, era pan con más pan en medio. Lo que lo sorprendió aún más, es que la chica parecía importarle mucho.

—No, nunca me interesó ninguna tribu en particular ¿y a ti?

Cuando él comenzó a comer, la chica pensó por algunos segundos la respuesta, observando a su guía con cierta duda.

—Bueno, técnicamente yo soy parte de una tribu de Ethen, su nombre es Lingumae —tenía cierto miedo de cómo sería la reacción de su compañero ante ese dato, pero antes de que dijera algo, siguió hablando—. Pero, no quiero hacer el proyecto de mi tribu, siento que eso sería ir por el camino fácil, incluso lo siento cómo hacer trampa. Tenemos una semana para hacer el proyecto, de seguro encontramos alguna interesante en ese tiempo.

Al principio, a Inco le costó entender el porqué, Margarita no quería ir por ese camino, pero cuando estaba por decirle algo, unas imágenes se hicieron presente en su cabeza. Un día lluvioso, él con un paraguas sentado en el suelo y una baryonyx abrazándolo mientras lloraba... No sabia que significaba eso, pero lo que sí provocó fue que no dijera nada y solamente asintiera a lo que había dicho su compañera.

—Gracias por entender, Inco —un suspiro precedió a sus palabras, aliviada de no recibir insistencia ni preguntas por su decisión—. Por cierto, después del club voy a ir a la biblioteca a estudiar un rato ¿Quieres venir conmigo? Rocío no podrá venir porque seguirá ocupada, podríamos empezar el proyecto y buscar alguna tribu.

—Seguro, puedo posponer mis cosas para más tarde. —pese a que intentó hacerse el interesante, lo rápido que había respondido le delató un poco, haciendo reír a la albina en consecuencia.

Por lo demás, el día fue rápido y tranquilo. El resto de clases pasaron y dieron paso a los clubes. Momento que Inco aprovechó para intentar buscar alguna tribu para el trabajo... cosa que abandonó a los cinco minutos para ver reacciones sobre películas ochenteras.

I "wani" get over the gator. ¡Rewritten!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora