Se despertó cuando escuchó a Mingyu preparándose para marcharse. Se hizo el dormido, no quería escuchar los consuelos de Mingyu, ya había tenido suficiente con lo de anoche. Él solo quería dormir, pero sus amigos no paraban de maldecir a Jackson y repetir lo importante que era para Mark ir al museo. Nadie lo sabía mejor que Mark, pero el repetirlo hacía que le hirviera más la sangre. Mingyu se asomó para ver si dormía, y después se marchó sin hacer ruido al cerrar la puerta. Le habían prometido que intentarían convencer a la señorita Lee para que le levantara el injusto castigo, pero al ver que a las nueve nadie llamó a su puerta supuso que no había resultado. No se movería de la cama en todo el día, ni pensaría en lo que estaban haciendo los demás. Quería dejar la mente en blanco.
"Lo que daría por tener mi guitarra..." pensó Mark.
La música era su mayor desahogo, componía para expresar todo lo que le atormentaba, todo lo que le hacía feliz... Puede que fuera algo un poco vacío, tener de confidente a su guitarra, a la música, pero sinceramente para él era la mejor compañera. Antes las cosas no eran así, tenía alguien a quien contar todo, llorar en su hombro y hablar de las maravillas que había experimentado en aquel día. Su madre.
Siempre habían contado el uno con el otro. Mark se despertaba con los cosquilleos que le hacía en la panza, pasaba el día junto a ella, cantaban juntos las canciones que escuchaban en la radio, veía a las grandes estrellas cantar en la televisión rodeado por sus brazos y lo último que oía en el día, eran las notas que emitía al cantarle para que se durmieran. Pero eso fue hace mucho tiempo, antes de que comenzara a traer hombres a casa.
A Mark no le importaba que saliera y conociera a alguien que la completara de una manera que él no podía, pero sus elecciones eran pésimas. Cuando Mark tenía doce años llegó el primero, un tipo que en un principio parecía cariñoso y atento con su madre. No era muy amable con Mark pero si a su madre la hacía feliz a él también. Pasaba mucho tiempo en su casa y un día Mark descubrió que agarraba dinero de su madre, seguramente para comprar drogas o emborracharse. Cuando Mark fue a contárselo, el tipo lo acusó de mentiroso y de ser él el que robaba dinero. Su madre creyó al hombre, pensando que Mark solo quería que rompiera con aquel tipo para tenerla solo para él.
—Mark, no eres más que un niño... Hacer todo esto por...
—¿Yo? Yo no he hecho nada mamá, lo vi. Y seguramente se gastará el dinero en...
—¡Basta! —gritó su madre. —¿Es que acaso no quieres que sea feliz?
—Claro que quiero mamá, pero ese hombre...
—Si de verdad quieres que sea feliz, crece Mark, no eres más que un niño egoísta... —dijo su madre llorando. —Permíteme ser feliz.
Al escuchar esas palabras de su madre se le rompió el corazón.
Al escuchar aquellas palabras de su madre se le rompió el corazón. Es cierto que ella lo pasó mal con la muerte de su padre, que falleció nada más nacer Mark. Quedó sola a cargo de un niño pequeño sin esperanza de encontrar a otro hombre. Mark se prometió no volver a involucrarse, pero las siguientes elecciones no fueron mejor. Cada uno iba siendo peor que el anterior, y Mark odiaba ver a su madre volver a tropezar en la misma piedra una y otra vez, pero sabía lo que le diría si se metía. Prefirió alejarse y no sufrir más viéndola hundida por amor. Aun así le gustaba recordar los buenos momentos, en los que solo eran una madre y un hijo que se querían.
Guardaba en su cartera una foto que miraba muchas noches antes de dormir. Tumbado en la cama de aquella habitación de hotel, sintió unas fuertes ganas de hablar con ella. Empujado por ese impulso tomó el teléfono y marcó el número de su madre. Cada pitido se hacía un mundo para Mark. Al tercero descolgaron el teléfono.
![](https://img.wattpad.com/cover/373960998-288-k162621.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Sólo un paso - 爱 // Markson
FanfictionPrimer libro de la trilogía. → Sólo un paso - 爱 Mark Tuan y Jackson Wang siempre fueron polos opuestos, como el día y la noche, como el frío y el calor. Ambos son respetados, carismáticos, y queridos por todo el mundo, pero mientras Jackson, capit...