Capítulo 23

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Al día siguiente, Jackson caminaba junto a Jaebeom hablando sobre el partido que hubo la noche anterior, cuando vieron un grupo de gente apelotonada junto al tablón del instituto. Jaebeom y él se acercaron para ver de qué se trataba. Eran los resultados del examen que tuvieron la semana pasada. Jackson hizo a un lado a la gente para poder ver la suya. No estaba muy preocupado, en aquella asignatura tenía una buena media, no necesitaba una gran nota, pero aun así aquel examen le salió a la perfección.

Se buscó en la lista, estaba casi al final del todo, miró en la columna de la derecha y vio su magnífico notable alto. No mostró gran euforia ya que no le sorprendió, pero a su lado los que aprobaban brincaban y se abrazaban mutuamente. Los que suspendían no decían nada, simplemente bajaban la mirada y se iban de allí dejando a los aprobados celebrarlo. Entonces vio a Mark abriéndose paso para llegar a ver su calificación. Jackson buscó a Mark en la lista, para verlo también. Solo estaba un poco más arriba que él. Un suspenso. Vio a Mark bajando los hombros, no estaba tampoco sorprendido, parecía solo un poco decepcionado. Estaban casi al lado, Jackson vio allí su oportunidad.

—No sé qué esperabas ver Tuan... Eres un completo desecho. —le dijo Jackson con una malvada sonrisa.

Mark lo miró y abrió la boca para hablar. Jackson sintió esperanzas, por fin todo volvería a la normalidad de siempre, a su rutina de aquel año. Todo era perfecto ¿por qué tenía que acabarse?, pensó Jackson. Pero sus esperanzas se esfumaron enseguida. Mark no dijo nada, cerró la boca y se dio la vuelta para marcharse. Estaba harto, necesitaba saber lo que le pasaba. No podía seguir enfadado, pensaba Jackson. Para él había sido una tontería, no le entraba en la cabeza que se comportara así. Quería respuestas, no podía seguir viviendo así, con aquella incertidumbre y sin ser nadie para Mark. Lo siguió.

Mark caminaba tranquilo con las manos en los bolsillos, Jackson iba a una distancia prudente para que nadie se percatara de que lo iba siguiendo. Mark miró de reojo hacia atrás y lo vio. Apretó el paso, no quería hablar con él, Jackson hizo lo mismo para intentar no perderlo. Aún así Mark intentó despistarlo, se movía aprisa entre la gente y cambiaba el rumbo sin ton ni son. Jackson por poco lo pierde cuando Mark entró en una clase que tenía diferentes salidas. Jackson no sabía cuál había tomado, pero se arriesgó y lo encontró enseguida. Mark, sin darse cuenta de que lo seguía muy de cerca, se metió en el baño.

Esperó unos segundos y vio que nadie entraba, se relajó por fin y se echó agua en la cara. No podría aguantar aquello por más tiempo, Jackson lo sacaba de quicio, saltaría en cualquier momento si seguía así. Pero no debía seguirle el rollo, se decía, eso era lo que quería Jackson, irritar a Mark para que explotara.

Justo en ese momento se abrió la puerta, para dejar paso a Jackson. Miró a su alrededor y después cerró la puerta.

—¿Se puede saber qué diablos te pasa? —preguntó Jackson. Mark no contestó, y se dispuso a cruzar la puerta. —No, tú no vas a ninguna parte hasta que no me contestes. —dijo poniéndose delante.

Mark lo volvió a intentar, haciendo oídos sordos a sus palabras. Jackson lo empujó haciendo que Mark retrocediera.

—Maldita sea, ¿¡quieres hablarme de una maldita vez!? Te comportas como un niño... —le gritó Jackson.

A Mark aquellas palabras le hicieron recordar a las mismas que le gritaba su madre, y acabaron con su paciencia.

—¿Yo un niño? ¡Aquí el único niño eres tú! —lo acusó.

Jackson se sorprendió y alegró de que por fin le hablara, tenía que seguir provocándolo.

—¡Oh, venga ya! ¿Quién es el que ha retirado la palabra al otro?

Sólo un paso - 爱  //  MarksonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora