𝔻𝕒𝕞𝕟 𝕄𝕖𝕞𝕠𝕣𝕪 ᯓ Dipcifica

Capítulo 3

Estaba durmiendo plácidamente en mi cama cuando escucho un irritante sonido, el despertador, con un movimiento perezoso lo apagué y volví a acomodarme en mi cama, dispuesto a robarle unos minutos más al sueño

—Dipper como no te levantes ahora, traeré un balde de agua fría y te lo tiraré— me amenazó Mabel lanzándome una almohada

Con una mueca estiré mi mano para poder apagar otra vez el despertador, y ese es todo el ejercicio que hago en las mañanas, más bien el ejercicio que mi cuerpo puede aguantar. Cuando ya estaba apunto de quedarme dormido otra vez, siento que alguien se tira encima de mí lo que hizo que me cayera de la cama, Mabel empezó a reírse y acto seguido agarré como pude las mantas de mi cama y me acosté en el suelo a seguir durmiendo

—No puedo creer que seas tan dormilón— dijo sentándose en el borde de la cama mientras yo me frotaba los ojos todavía aturdido

—Es muy temprano— protesté malhumorado— Ni siquiera ha amanecido Mabel

—Vamos Dipper, hoy iremos a pescar con el tío Stan, necesitamos llegar antes que los demás para conseguir un buen bote

—No voy a ir, no tengo ganas— respondí regresando a la cama mientras escuchaba su frustrado suspiro

—Bien.. y cierto ¿Qué era esa caja roja con candado que tenías bajo la cama? ¿Fotos de Wendy? ¿Algo importante?

—¿Fotos de Wendy? nada de eso— contesté cerrando los ojos y deseando volver a dormir— Pero si era importante, ¿Por qué?

—Ah.. es que ayer Candy la llevó

—¿¡Qué?!— exclamé sentándome de un saltó en la cama y mirando de bajo, viendo que no había nada más que telarañas— ¿Cómo permitiste eso Mabel?

—Tenía curiosidad de qué había dentro, se la llevaría a su abuelo para que la abriera pero ya no responde mis mensajes..

—Mabel..—suspiré— No debiste dejar que se la llevara, yo no voy por ahí dando tus cosas

—¿Pero qué es lo misterioso en esa caja?

—Cartas, solo eso— mentí

Prefería guardar silencio para evitar discusiones, Mabel me mataría si supiera que al cumplir trece años, cuando ella había sacado el arma borra memorias de la sociedad del ojo cegado para destruirlo. Yo había recolectado todos los restos y por años intenté reparar el artefacto del viejo McGucket hasta que lo conseguí, y lo había mantenido oculto en esa caja con candado. No es que pensara usarlo, solo quería tenerlo de recuerdo.

Después de un rato, Mabel y el tío Stan se fueron a pescar. Yo intentaba volver a dormir pero la idea de que Candy tenía en su poder esa caja, me tenía preocupado, así que decidí darme una ducha para relajarme. Al bajar a la cocina envuelto en una toalla, una sensación reconfortante me invadió, la nueva estufa en el centro de la sala estaba encendida y el calor que desprendía era un alivio en medio del frío invierno.
Pensé en hacerme panqueques peor parecía que Mabel se me había adelantado, dejando todo listo como disculpa

—¡BU!

—Mierda... ¿Wendy?

—Esa boca— bromeó ella riendo, había aparecido de la nada en la cabaña, resople una risa y me encogí de hombros

—¿Sigues trabajando aquí?— pregunté cerrando la nevera para encontrar la razón de que ella estuviera aquí

—Ni de chiste, no tengo tiempo para trabajar ahora que estoy en la universidad, aunque extraño los días aquí— su mirada se detuvo en mí y noté un ligero rubor en sus mejillas