~Narrador:
Finalmente habían llegado a Noruega. Podrían haber ido a Hawai, o a cualquier otro destino típico para recién casados, pero no, ella había elegido Noruega porque amaba la naturaleza, ver las montañas altas, todo ese verde que le recordaba a Gravity Falls. Quiso hacer turismo pero Felipe prefirió quedarse en un lujoso hotel en la ciudad de Bergen, en lugar de la cabaña en medio del bosque que ella tanto deseaba. No era lo que había imaginado para su luna de miel, pero aún así lo aceptó; al fin y al cabo, ahora estaba con su esposo
Cuando llegaron al hotel, ella vestía un elegante vestido negro ceñido al cuerpo, con finos tirantes y un discreto escote. No solía vestir así, pero lo hizo por Felipe, con la esperanza de agradarle más, de acercarse a él. Después de cenar en el buffet del hotel, subieron a su habitación, Pacífica no podía evitar sentirse nerviosa, sabía lo que se esperaba de esa noche. La presión social de seguir un guion era abrumadora, como si tuvieran que cumplir con el deber de consumar el matrimonio horas después de la boda.
La verdad, no hubiera sido un problema si lo hubieran hecho antes, pero el caso era que nunca había visto a Felipe desnudo, y él tampoco la había visto a ella, apenas entraron a la habitación, ella corrió hacia el baño, necesitaba tiempo a solas para calmarse; se desnudó y se metió a la ducha, el agua cayendo sobre su piel, mientras trataba de controlar los nerviosPor su parte, Felipe se quedó en la habitación, quitándose la ropa hasta quedar en bóxers. No había nada romántico en ese momento, él parecía distraído, como si tuviera la cabeza en otra parte, y justo cuando iba a entrar al baño para estar con ella, su teléfono sonó. Al instante, perdió el interés en su esposa, miró el teléfono, se dirigió al balcón y cerró la puerta corrediza tras de sí para contestar sin ser oído
—¿Ya llegaste?— preguntó con tono serio, su voz apenas audible en el aire frío de la noche
Del otro lado, recibió una confirmación y una sonrisa algo siniestra se dibujó en su rostro
—Estamos en el Quality Hotel Edvard Grieg, tienes mi tarjeta, úsala. Después pasaré a firmar— colgó sin más, pero justo cuando estaba por volver a entrar, un mensaje apareció en su pantalla
"Estoy celosa de ella"
Felipe sonrió, complacido con la situación. Se sentía en control teniendo a dos mujeres a su disposición, cada una creyendo que era especial para él. Rápidamente respondió:
"Pensaré en ti cuando esté con ella. Lo hago porque debo, pero tú eres la que realmente deseo"
Con ese pensamiento, apagó el teléfono, lo dejo sobre el buró y volvió a la cama. Estaba decidido a seguir con lo que debía hacer
Al poco tiempo, la puerta del baño se abrió y Pacifica salió, su cuerpo aún temblaba de nervios. Llevaba puesta una lencería blanca, con el cabello húmedo cayendo sobre sus hombros, aunque se había esforzado por arreglarse, su mirada traicionaba lo asustada que estaba
—Felipe.. no mires, me da vergüenza— dijo asomándose tímidamente desde la puerta
—Ven amor, estás hermosa— respondió él
Ella tomó aire, tratando de convencerse a sí misma; caminó lentamente hacia él creyendo que aquel momento sería especial. Estaba enamorada, o al menos eso creía, pero en cuanto Felipe la tomó entre sus brazos, algo dentro de ella se sintió mal, no pudo evitar recordar cuando Dipper la tomó de la misma manera, se suponía que debía olvidarlo totalmente.
Las caricias de Felipe se volvieron más insistentes y pronto ambos estaban desnudos en la cama, todo parecía mal, lo que debería haber sido un momento íntimo y especial se había convertido en algo frío y distante
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𝔻𝕒𝕞𝕟 𝕄𝕖𝕞𝕠𝕣𝕪 ᯓ Dipcifica
FanficY vivieron felices para... ¿No? Una serie de choques casuales y algunos no tan casuales, causará que entre ellos pueda surgir algo, o quizás no.