Hanna, una castaña de ojos oscuros queda involucrada con la flor que fue creada por una gota de sol gracias a la llegada de cierto hijo de villano.
Aunque la historias de sus padres sea completamente diferente y no tengan conexión alguna, sus hijos...
—The dreams (Capítulo Cuatro) —"¿QUE ME ESTÁ PASANDO?"
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—¡Emily!—Grite entre risas por lo golpes que recibía de la pelirroja con la almohada.
Las risas en la habitación era mas escandalosas.
—¡Me voy a orinar!—Grite.—¡Emily!
—Ya, ya, esta bien.—Dijo.
Por fin puede respirar.
—¿Vamos por bocadillos nocturnos?—Pregunto la pelirroja.
Nos miramos mutuamente con una sonrisa en la cara.
Al entrar a la cocina pudimos observa a cinco chicos ahí dentro.
—Hola ¿que hacen?—Salude y pregunte.
—Hola Jay.—Saludo con una sonrisa Emily. El chico le respondió de la misma manera sin pasar desapercibidos por sus dos amigas.
—Galletas.—Respondió Evie con una sonrisa.
—¡Que rico!—Dije untando el dedo en la mezcla para luego probarlo.
—¡No!—Gritaron los cinco al mismo tiempo.
Emily me miro preocupada. Pero mi atención se fue a Kai quien se encontraba frente mio.
—Hola Hanna.—Dijo apoyando su brazo en el tubo de la cocina y con una sonrisa.
Sonreí ante su comportamiento repentino hacia mi.
Los chicos se miraron preocupados ante mi reacción.
—¿No sientes nada por Kai?—Pregunto Evie de la nada.
Emily dio una gran carcajada.
—Hanna, la futura reina de Corona, enamorada de un villano—Dijo sarcástica la pelirroja.—Es posible.—Finalizo.
—Obvio no, ¿que voy a sentir?—Dije con una risa nerviosa, no se porque estaba nerviosa, tal vez fue la pregunta o tal vez es Kai quien me hace sentir así.
—Le falta chispas de chocolate.—Dijo Emily.—El grupo alimenticio mas importante.—Hablo tomando un gran puñado de chispas para meterlas a la mezcla.—¿Acaso nunca sus madres le hicieron galletitas con chispas de chocolate?
Los cinco los miraron una mirada triste.
—Cuando se sienten tristes.—Continuo—Las sacan del horno, y con un gran vaso de leche, ellas logran hacerlos reír y pone todo en perspectiva.—Dijo con sentimiento.—¿Porque me miran así?—Pregunto al notar la mirada de todos en ella, incluso la mía.
—Nuestro caso es diferente.—Respondió Mal
—Es que pensé que los villanos también amaban a sus hijos...yo lo lamento.—Dijo la pelirroja con una lagrima en su mejilla.
