Hanna, una castaña de ojos oscuros queda involucrada con la flor que fue creada por una gota de sol gracias a la llegada de cierto hijo de villano.
Aunque la historias de sus padres sea completamente diferente y no tengan conexión alguna, sus hijos...
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Me encontraba afuera de la secundaria con Ben, Audrey y la Hada Madrina para dar la bienvenida a los nuevos.
—Estoy nerviosa.—Susurre a lado de ben.
—¿Nerviosa? Yo estoy con miedo, vienen villanos.—Dijo Audrey.
—Hijos—Corregí—Hijos de villanos.
—Es lo mismo, los criaron ellos.—Respondió la chica.
Iba a hablar pero el Hada madrina me quito la palabra.
—Hay vienen, la música en, tres, dos, uno.—Dijo.
La banda de la escuela comenzó a sonar, Doug, el hijo de Tontin guiaba a la banda, estuvieron practicando desde la semana pasada, por el me despertaba a las 8 y 30 de la mañana, todos los días.
La limusina se encontraba enfrente de nosotros, aunque no la podía ver porque la banda nos tapaba.
La música iba a la perfección, valió la pena despertarme temprano, hasta que de un momento a otro la banda dejo de tocar.
—¡No! ¡Tienes todo lo demás! ¡¿porque quieres esto que no se que es?!
La Hada Madrina dio paso para que pudiésemos caminar hacia el frente.
Sonreí al ver a un chico de pelo blanco en el suelo peleando con otro chico de pelo largo por una manta.
—Chicos, chicos—Dijo entre dientes una joven de pelo morado.
—Solo limpiábamos.—Hablo el de pelo largo con una sonrisa.—Levántate.—dijo tomando la mano del chico que ya se encontraba de pie junto a el.
—Déjenlo como estaba.—Dijo el Hada Madrina alargando el "estaba"—Y me refiero a que lo dejen, de verdad.
El chico mas alto de los cinco tiro las cosas de vuelta a la limusina.
—Hola, bonita.—Dijo acercándose a mi.—Mi nombre es Jay—Se presento de una forma coqueta.
Reí por el pequeño nerviosismo. Estaba a punto de responder pero el Hada Madrina nuevamente me volvió a quitar la palabra.
—Bienvenidos a la preparatoria. Soy el hada madrina. La directora—Se presento la mayor haciendo una pequeña reverencia.
—¿Es el hada madrina? ¿la del bibidi babidi bu?—Pregunto la chica de pelo morado moviendo sus manos como si tuviera una varita.
—Asi es, bibidi babidi, tu lo dijiste.
Mi mirada se dirigió hacia un chico ignorando por completo lo que estaba diciendo la chica. Era alto pero no tanto como Jay, tenia el pelo oscuro con un par de rulos desordenados, no se notaba tan extrovertidos como los otros dos.
