0.08 -¿Conmigo?

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¿Date? (Capítulo Ocho)
"¿PORQUE NO ESTÁ EN LA ISLA DE LOS PERDIDOS?"

—¿Date? (Capítulo Ocho) "¿PORQUE NO ESTÁ EN LA ISLA DE LOS PERDIDOS?"

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Caminaba por los pasillos de Auradon, hoy tenia día libre. Apartando el hecho de que con Emily iremos a ver nuestros vestidos para el día de la familia y seguir practicando para el baile.

—Hanna, aquí estas. —Dijo Kai a mi lado.

—Oh, hola. —Sonreí. —¿Sucede algo, necesitan ayuda? —Pregunte.

—No, quería saber si tu...— Hablo nervioso. —Quieres tener una... ¿Cita?

—¿Contigo?

El azabache asintió rascándose la nuca.

—Sí, no quieres está bien. — Dijo.

—¡Claro que sí! —Respondí emocionada. Era repentino lo que acababa de suceder, pero me agrada la idea de estar sola con Kai. Sé que no es como su padre, sé que los chicos no son como sus padres.

—En una hora más pasare por ti a tu cuarto ¿Te parece? —Pregunto

—Si, ahí estaré. —Dije sonriendo.

Vi como Kai se daba media vuelta para simplemente desaparecer de mi vista. Di pequeños brincos de la emoción, debía de decírselo a Emily.

Al llegar a la habitación note que la pelirroja no se encontraba ahí.

Me mire al espejo algo nerviosa, no tenía idea de que ponerme, mis cercanos dicen que me visto bien, pero nunca eh ido a una cita antes, asique no sé qué debo de ponerme.

Comencé a sacar y sacar ropa de mi armario, estaba teniendo una crisis de moda.

—¿Vestido o falda? —Dije viéndome al espejo con una prenda en cada mano.

Elegí por la primera opción. El vestido.

Era algo simple, corto de adelante pero largo de atrás, ajustado a la cintura y de color lila.

Mire el reloj creyendo que me quedaba tiempo, si me quedaba, pero quince minutos.

Solo soy una chica que no sabe que ponerse en su primera cita.

Me senté en mi tocador para comenzar a maquillarme.

Aplique mi crema por toda la cara y luego una base no tan pesada, una sombra de ojos color lila. Igual que el vestido.

Un tinte de labios tono rosita, arregle mis pestañas y por último, uno de los pasos más importantes. El rubor.

Me peine cabello con una coleta no tan alta y algunas mechitas sueltas, termine de ponerme mi perfume y listo.

Sentí la puerta de mi habitación abrirse, me gire para ver quién era, las únicas personas que podían entrar a la habitación sin tocar son Emily y Ben.

𝐋𝐈𝐓𝐓𝐋𝐄 𝐓𝐄𝐀𝐑𝐒 | 𝙙𝙚𝙨𝙘𝙚𝙣𝙙𝙞𝙚𝙣𝙩𝙚𝙨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora