Eurocopa (Harry's Version)

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La maldita llamada de Niall retumbó en mi teléfono por cuarta vez, ¿este chico no entiende que llegó tarde o qué? Resoplé.
Ya le había enviado un par de mensajes advirtiendo sobre mi tardanza, ¿por qué seguía insistiendo?

Acepté a regañadientes la llamada y respondí con un tono de voz lo menos agradable posible.

-¡Niall! Hola cariño, te quiero, lo sabes- Hablé sarcástico-...pero llego tarde- Agregué esta vez, borde y seco.

La única persona con la que he mantenido contacto estos años ha sido con Niall. Y no me arrepiento de ello.
Desde la salida de One Direction, Zayn tomó su camino y no volvimos a recibir noticias de él. Liam se acercó a Louis. Y Niall a mi. Esa es nuestra triste historia. Breve y sencilla.

-¡Harry! ¡Escúchame!- Gimoteo desesperado.

-¡Me tengo que ir!- Tras la línea escuché un piadoso soplido por parte de Niall. Rodé los ojos.

-Bien, pero espero que luego no me digas que no intenté avisarte- Colgó de inmediato. Hubiera dudado de sus palabras si el partido no estuviera a diez minutos de comenzar, pero como las circunstancias eran exactamente esas, deje que sus palabras se perdieran en el teléfono.

Mis pies caminaron hacia el primer taxi que se paró.

-Al Olympiastadion- Dije en cuanto me senté en el cómodo asiento de cuero. El conductor de una mediana edad, asintió sin ni siquiera mirarme y arrancó el coche.

Llegue en un santiamén. Mis amigos me esperaban en la puerta principal.

-Serian veinte- Pidió el taxista indiferente a la situación, alzando su mano hacia mi. Le entregué un billete de veinte.
Un segundo después, mis dedos abrazaron la manivela para salir del auto, pero la voz gruesa del hombre retumbó en las paredes. -Ojalá gane España-  Sonrió.

No respondí, simplemente ignoré sus palabras, y recé por que ocurriera todo lo contrario.

En cuanto salí del coche, mis amigos esperaban en la puerta, parloteaban exhaustos y animados. Ojalá estuviera Niall, pero detesta el fútbol y está de gira. Así que no podía venir.

Llegué al grupito, pero mi presencia los empujó a un silencio sepulcral.

-Ey- Saludé dando palmadas en la espalda de cada uno de ellos. -¿Nerviosos?- Ninguno era capaz de mirarme a la cara. Todos se regalaban miradas extrañas y nerviosas. -A ver...entiendo que queréis que gane Inglaterra pero ¿tan nerviosos estáis para estar así?- Sonreí, mis hoyuelos se marcaron.

-Deberíamos entrar o no llegaremos- Añadió uno de ellos ignorando por completo mi pregunta. No insistí.

Nos adentramos al local, mis nervios brotaban por mis venas. Mi mirada pegada  al suelo para ser precavido con los demás. Mis ojos conducidos por la zona deseando encontrar la puerta para llegar a mi asiento correspondiente.

Sin embargo, nada de eso ocurrió cuando uno de mis amigos se topó con Ed Sheeran. ¿Ed que haces aquí?

Mis globos oculares subieron de mis pies a mi viejo amigo Ed. Entonces, una ola de calor recorrió mi vientre inferior. Un nudo comenzó a formarse en mi garganta y mis piernas se debilitaron cuando el celeste de sus ojos calaron en la esmeralda de los míos.

Louis. 

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