Un corazon roto por una ciudad desconocida

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En cuanto Harry pisó el asfalto, sus amigos  llegaron a él en un santiamén. Lo miraron meticulosamente, como si tuvieran miedo de preguntar que mierda había ocurrido, y preferir descubrirlo por sí solos. No obstante, no hay que ser muy inteligente para saber que ocurrió cuando el mismísimo Harry Styles tiene los labios hinchados, las mejillas sonrojadas y las pupilas dilatadas.

Todos abrieron la boca para añadir algo pero la cerraron al darse cuenta que decir cualquier cosa solo haría sentir mal a su amigo. Todos sabían que había sido un gran error por parte de ambos.

-Cancelaré el vuelo- Añadió Harry, acomodando su pelo correctamente e intentado recuperar su dignidad perdida en los baños. Aunque, creo que se quedó en uno de los retretes atascados. -Es decir, no me esperen mañana-

James, sonrió, sonrió a su amigo. Sin embargo, eso no quitaba que no sintiera alguna punzada de preocupación por él.

-¿Seguro? ¿Estás seguro de que es buena idea?- Todo el grupo asintió de acuerdo a James.

-No lo sé- Se sinceró el rizado. -Sea o no, ya está hecho- Agachó su rostro hacia sus pies, ni siquiera era capaz de mirar a su grupo.

La preocupación reinaba entre el silencio incómodo.

-Tú sabrás lo que haces- Uno de sus amigos añadió agresivamente para darse media vuelta y pillar un taxi.

Los demás, se despidieron en silencio, con un humilde saludo de mano. El corazón de Harry comenzó a agrietarse.

-Nos vamos de fiesta, ¿te vienes?- Pregunto James, el único que no se había marchado.

-No estoy seguro de que ellos quieran que vaya- Soltó todo el aire retenido en sus pulmones. Señalando con su cabeza el taxi parado a unos metros de ellos.

-No digas tonterías, Harry. Simplemente no queremos verte más sufrir por Louis- Nombró su nombre en un tono más bajo, encubriéndolo como un delito. -Todos sabíamos que iba a ocurrir algo entre vosotros cuando bajaste a toda velocidad por él, detenerte hubiera sido intento en vano, sin embargo, como amigo, no se si esto es una buena opción. Sabes con certeza que siempre apoyé tu relación con él y conozco tú felicidad cuando se trata de Louis, pero eso no quita el hecho de que solo te estás dañando por unos días u horas de gloria. No quiero herirte pero tanto tú como yo sabemos que Louis no te pedirá volver, y tú tampoco lo harás- Dio unos golpecitos suaves en el hombro de este. Como apoyándolo. -Ve con él, si es lo que deseas, si rompe tú corazón, estaré aquí, pero por mucho que te ayudemos quien tendrá que lidiar la batalla solo, serás únicamente tú- Aquellas palabras dejaron atónito al ojiverde. La peor parte de esto, era que llevaba razón, Louis no volvería con él, Louis le dañó, Louis le mintió, Louis nunca le ofreció una explicación, Louis le hizo miles de cosas, no obstante, no comprendía por qué su corazón seguía amándolo de esa manera a pesar de todo el daño sufrido. -Te enviaré la ubicación del bar en el que estemos por si te apetece venir- Sonrío James. -Si no te apetece venir, estará bien también. Adiós Harry- Ofreció un abrazo, Harry lo tomó aunque su mente estaba en las palabras dichas por su amigo hace dos segundos.

Este giró sobre sí mismo y subió a su taxi.
Las lágrimas brotaron por las mejillas de Harry. No. Tomar un taxi no era opción. Perderse por una ciudad que no conocía en absoluto, al parecer si lo era. 

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