Hwang Hyunjin es un chico apenas universitario de 20 años amante de las ciencias. Un día en una excursión, es picado por una araña radioactiva que le aporta los poderes de esta.
Lee Felix es compañero de cuarto de Hyunjin. Ambos tienen una relación...
Abrió la puerta del departamento sin importar si hacía ruido o no, después de todo quería que su llegada sea escuchada por el pecoso.
Deseaba hablar con él y si era posible, disculparse por sus palabras.
Dejó sus llaves en la mesa, caminando lentamente a una de las puertas del departamento.
Puso su puño frente a esta y le dio suaves toques.
Tardó en recibir una respuesta, pero pronto vio como la puerta se abría, asomándose una cabellera rubia un poco desordenada.
El menor lo observó por unos momentos, posteriormente haciéndose a un lado para dejarlo pasar.
El pelirrojo se adentró, dándose cuenta de la baja temperatura en el cuarto.
— Lee, el cuarto está muy frío...— Murmuró mientras tallaba sus hombros con sus manos para tratar de darles calor.
El mencionado no dijo nada, sólo tomó el control del aire acondicionado y ajustó este para que ya no se sintiera tanto frío.
Ambos quedaron en un silencio incómodo y tenso, justo lo que Hyunjin no quería.
—Lo siento... Fui muy insensible contigo.— Dijo Felix con la mirada en sus pies, se sentía culpable.
— No te disculpes. Eso ya pasó.— le murmuró con voz suave, sabía muy bien que su compañero era alguien que se carcomía la cabeza cuando hacía algo mal.— Yo debo disculparme por todas las cosas que te dije. Fui muy grosero y dije cosas que verdaderamente no pienso. No eres una mierda, sólo eres alguien demasiado responsable y ese comportamiento no va conmigo.
Felix escuchó todo, pero no subió la mirada, eso no lo ayudaba.
— Hey... Dije que no importa, ahora que te disculpas sé que fui un imbécil. Tú no sabías como me sentía y yo no hice el intento por decirte.— trató de tranquilizarlo, apesar de que no le caía tan bien, no le gustaba verlo así.
Para el pelirrojo, Felix era el sol o la luna... Y cuando estaba triste, el sol parecía nublado por lluvia que no lo dejaba brillar.
— De todas formas, no debí tratarte así. Me merezco tus palabras y má-
— No, Lee. No las mereces.— Interrumpió antes de que el rubio empezara a menospreciarse él sólo.— Yo sé que no las mereces, por eso me estoy disculpando.
— Tú no merecías ser tratado tan mal. Estabas pasando tu duelo y yo fui muy pesado.— Murmuraba Felix con la vista aún en sus pies. Su boca se deformaba en una mueca de disgusto hacia él mismo.
— Creo que no llegaremos a ningún lado... ¿Qué tal si dejamos eso en el olvido, sí?.— Hyunjin tenía un poco de esperanza con que Felix subiera la mirada.
Y al parecer lo logró porque el menor dirigió su vista lentamente hacia él... Pero esta paro en sus manos, específicamente en los nudillos.
— ¿Por qué sangras?.— Su expresión cambió de tristeza a sorpresa cuando notó la sangre sobresaliente de los dedos del pelirrojo.
Quien no se había dado cuenta de sus heridas, seguro se las hizo cuando golpeaba a unas de aquellas sabandijas.
— No es nada, sólo gajes del oficio.— Trató de restarle importancia a las punzadas de dolor que provenían de la zona, justo cuando se dio cuenta fue que empezó a sentir las molestias.
— ¿Seguro que estás bien?.— Tomó las manos contrarios entre las suyas, sorprendiendo al dueño de estas quien no parecía esperar aquella reacción.
— Si, nada de qué preocuparse.— Le dio una suave sonrisa que dejó al pecoso para nada conforme.
— Iré por un botiquín.— Se levantó de la cama dejando al más alto sentado, observándolo.
Salió de su habitación directo al baño donde guardaban un botiquín en caso de emergencias, encontrándolo rápidamente para volver con el chico herido.
— ¿Vas a curarme, Chilindrino?.— Hwang ladeó la cabeza cuando el pecoso volvió a tomar sus manos con delicadeza para comenzar a limpiar y desinfectar las heridas en esta.
— ¿Por qué me llamas Chilindrino?.— su ceño fruncido demostraba que no comprendía por qué era apodado de tal manera.
— Porque te pareces a la Chilindrina con esas pecas.— Mencionó con simpleza sin despegar su mirada del chico concentrado en curarlo.
Felix bufó sin entender porque era portador de un sobrenombre tan... ¿Cómo llamarlo?
— ¿Te molesta?.— La voz suave de Hyunjin interrumpió el silencio que se había formado. No quería ofender a su menor.
— No lo sé. Tardé demasiado en aceptar y amar mis pecas, y que me llames así por ellas es... ¿Extraño?.— Contaba Lee sin despegar aún su atención de las manos del mayor. Tomó un algodoncito y pasó un poco de alcohol en estas, ganándose quejas por parte del chico atendido.
— Agh... Eso duele, ¿sabes?.— El rubio no pudo evitar reír suavemente por las quejas del pelirrojo.— No quisiera ofenderte, así que dejaré de llamarte así.— Dijo con sus ojos puestos en las pecosas mejillas del más bajo.
Este sólo sonrió levemente ante las palabras del mayor sin mencionar paoabra alguna, dejando su respuesta al aire.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Hola floresitas✿! Aquí el décimo capítulo.
Podemos ver como hablaron y un pequeño acercamiento entre ellos.
La verdad, quería decirles algo. Desde que pensé en hacer esta historia, tenía programado un final un poco... Mejor no lo digo, ya veremos como se desarrolla. 🎉
