Hwang Hyunjin es un chico apenas universitario de 20 años amante de las ciencias. Un día en una excursión, es picado por una araña radioactiva que le aporta los poderes de esta.
Lee Felix es compañero de cuarto de Hyunjin. Ambos tienen una relación...
Esa noche había sido larga para el rubio. Había hablado con Hyunjin sin insultarse o gritarse.
Era un gran avance para ellos.
Hasta lo curó y se sintió preocupado por el pelirrojo. Bueno, es que esos nudillos sangrando tampoco eran muy discretos y fácil de ignorar.
Su cabeza rondaba en como la voz del más alto se podía volver tan suave y delicada, lo contrario a él, él tenía una voz profunda y grave, aunque muy relajante.
Después de aclarar las cosas, el mayor se despidió diciendo que tenía que descansar debido a que golpear ladrones era agotador.
Por un momento olvidaba que Hyunjin tenía una doble vida. Parecía ser que su cerebro ignoraba el hecho de que era Spider-Man y no una persona normal quien vivía con él.
Eso significaba que el pelirrojo tenía superpoderes...
Superpoderes...
Y eso hizo que se levantara de la cama de golpe.
Era cierto, su mayor tenía poderes y nunca se los había mostrado.
Bueno, ya los conocía, sólo que con la máscara puesta. Felix quería conocer más acerca de estos.
Pero, entendía que ya era muy tarde y que Hyunjin podría estar demasiado cansado, así que prefirió preguntar en la mañana siguiente y recostarse de nuevo en su suave camita.
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Pero lamentablemente para un alma desafortunada como la de Felix que la suerte nunca está de su lado, el pelirrojo no se encontraba en el departamento cuando su día empezó.
Era extraño, Hyunjin podría levantarse a las 12:00 p.m. si el rubio no llegaba a interrumpir su sueño.
Felix se quedó con las ganas de saciar sus dudas con respecto a la otra vida del mayor.
Tendría que esperar a que regresara, lo cual iba a ser muy aburrido debido a que su vida era demasiado simple.
Su personalidad era extrovertida, pero no le gustaba salir mucho. Curioso, ¿No?.
Resopló haciendo un mini berrinche, tenía muchas preguntas atoradas en su garganta y no sabía en qué momento Hyunjin podría entrar por aquella puerta.
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