10.3: Coronación de Primavera

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**(Narra Adara)**

Hoy al despertar, al contrario de lo que esperaba, todo estaba tranquilo. El comité encargado de la coronación que nombramos ya tenía todo listo, así que sería una mañana bastante tranquila hasta que empiece la ceremonia.

Bajé a la cocina a desayunar, el café estaba delicioso y me dio la energía necesaria para todo el día con solo un sorbo. El café de Kisetsu era el mejor.

Cuando llegué a la mitad de mi tasa, Syao entró a la cocina con una pinta... Que parecía que lo había atropellado un camión.

—¿Syao? ¿Estás bien? —le pregunté cuando se sentó a mi lado.

—Buen día Adara, anoche no dormí por los nervios —contestó.

No me esperaba esa respuesta, fue sorprendente que Syao se haya preocupado al punto de no dormir.

—Ay Syao, me sorprende verte preocupado por algo así, pensé que te daría flojera —le dije con un tono juguetón.

—Ey, me da flojera ir al colegio, pero una coronación no se parece en nada, pienso seguir con el legado de mi familia y hacerlo bien... Y ese es precisamente el motivo por el que no logré dormir —contestó con un tono serio.

—Me alegra verte tan seguro, sé que serás un gran rey —le dije con una sonrisa.

Syao se quedó mirándome un par de segundos y sus mejillas se enrojecieron un poco, intentó ocultarlo tomando su café, pero ya me había dado cuenta.

Syao devoró a toda velocidad su desayuno, al punto de que acabó antes que yo.

—Bueno, aún faltan varias horas antes de que empiece nuestra coronación, vayamos a practicar nuestros discursos al jardín del castillo —me propuso.

—¡Claro! Aún no estuve en el jardín por lo ocupados que estuvimos —contesté.

—Yo tampoco, vayamos a verlo entonces.

Terminé rápido mi desayuno y junto a Syao salimos al jardín trasero del castillo. Incluso en los libros que estudiamos, se hablaba sobre un enorme jardín con una hermosura tal, que una persona podría pasar días mirándolo. Pensé que era una exageración, pero al salir a verlo se confirmó lo del libro. El jardín del castillo era el jardín más bello de todos.

—¡Qué hermoso! —grité quitándome rápidamente los zapatos para correr en el hermoso pasto.

Salí corriendo sin pensármelo siquiera.

—Espérame —me dijo Syao apurándose en sacarse los zapatos.

Syao corrió detrás de mí por el suave pasto del jardín. Corrimos juntos zigzagueando por árboles frutales con frutos de gran tamaño que seguramente tenía un gran sabor. Al correr vi una hermosa parte del pasto debajo de un gran árbol y me tiré sin pensarlo, me recosté bajo la sombra y entonces Syao me alcanzó.

—Eres más rápida de lo que esperaba —me dijo riendo.

—Recuéstate Syao, mira qué hermoso lugar hay bajo la sombra de este árbol —le ofrecí.

Syao se recostó a mi lado, poniendo sus brazos detrás de su cabeza.

—Qué hermoso lugar, estoy feliz de poder estar aquí todos los días —le dije realmente feliz.

—Será un buen lugar para pasar nuestro tiempo juntos en este mundo —me dijo Syao.

—Así es, pasaremos mucho tiempo juntos en este castillo —le respondí con una sonrisa.

Kotoshi no Kisetsu: Las estaciones del añoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora