**(Narra Areky)**
Varios días pasaron desde que tuvimos el combate con Kaito. Luego de ser descubiertos, los chicos inconscientemente nos distanciamos de las chicas. Probablemente fue porque una de las cuatro había sido la que nos vendió y causo que ahora más que un mundo de fantasía Kisetsu se vuelva una prisión. Incluso para salir a ver a nuestras familias había que solicitarlo.
Con el pasar de los días esa situación me estaba comenzando a sacar de quicio, aunque realmente solo pasaron dos semanas desde aquel día.
El fin de semana tuve que quedarme en el castillo por culpa de Freya. Al día siguiente, después de haberme disculpado nuevamente con mi madre por no poder visitarla por segunda semana consecutiva, me enteré de que Freya había salido de compras. Al enterarme, casi destruyo mi teléfono. Por culpa de Freya, me pasé el fin de semana contando las irregularidades del techo de mi cuarto, todo porque ahora no nos permiten dejar nuestros reinos sin al menos un rey presente. Aunque suene razonable, si lo piensas, Kisetsu estuvo sin reyes más de una década. Con eso en mente, cuando llegó la mañana del lunes, me preparé para el colegio y salí temprano. Me fui volando rápidamente a la central antes de cruzarme con Freya, y aparentemente, no fui el único que quiso evitar un encuentro con su compañera. Ya que al llegar a la puerta de la central, ahí estaban también los demás chicos.
—¿Syao? ¿Te despertaste temprano? —le pregunté sorprendido.
—Todos estamos acá por el mismo motivo, así que si, tuve que hacerlo —contestó.
—Deberíamos aprovechar e irnos antes de que lleguen —continué.
Junto con los chicos, salimos por un callejón cercano a nuestra secundaria. Ya teníamos puestos nuestros uniformes y estábamos listos, así que, sin llamar mucho la atención, nos dirigimos a la entrada de alumnos, que justo estaban abriendo en ese momento.
—Buen día jóvenes —nos saludó la portera.
—Buen día señorita —le contesté.
La portera me sonrió y nos dejó pasar. Una vez adentro fuimos a dejar nuestras cosas al aula y volvimos al patio.
—¿Qué les parece jugar un partido de futbol antes de la formación? —les pregunté luego de bajar un balón del techo.
Los demás accedieron y nos pusimos a jugar un partidito de fútbol entre los 4.
Pasó un buen rato antes de que empezara a llegar más gente, y varios compañeros de nuestro grado se unieron para jugar fútbol con nosotros. Era genial jugar los lunes, cuando teníamos que venir elegantes, ya que así podíamos ignorar el código de vestimenta por un rato y simplemente disfrutar.
Ya era casi la hora de la formación y entonces vimos entrar a las chicas. Intentamos lo más posible evitar el contacto visual y nos fuimos al baño de hombres para evitar el encuentro. Hoy iba a ser el último lunes antes de las vacaciones, así que planeábamos aprovechar esta semana, antes de que las chicas nos encierren en nuestros reinos durante las vacaciones, que casi siempre se extendían a un mes.
—Chicos, ¿qué les parece salir el viernes luego de la última clase? Las chicas siempre se quedan a sus clubes y nosotros ya acabamos las actividades en los nuestros, así que sería una buena oportunidad para salir a divertirnos —les propuse a los demás.
—Estaría bien, la cosa es lo que nos esperaría después —acotó Syao.
—Solo tenemos que avisar al jefe de nuestros sirvientes, al menos yo no tendría problema en que guarde el secreto —contesté.
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Kotoshi no Kisetsu: Las estaciones del año
FantasyUn mal antiguo despertó antes de lo previsto. En un nuevo mundo, un mundo en el que los mitos son realmente historias. Registros históricos demuestran que los héroes son reales, y ahora, con todos los pronósticos fallidos y tensión en el aire surgie...