-¡Oh!-Pooh lloró cuando Pavel subió una de sus manos hacia arriba y pellizcó sus pezones.
Ahora estaba follando la talentosa boca del hombre mientras arqueaba su pecho contra la mano que se estaba burlando de sus pezones apretándolos. Él iba a estallar y pronto si Pavel no se detiene.
Pooh quería quedarse en el precipicio del placer durante el tiempo que le fuera posible, pero incluso con su orgasmo anterior no era suficiente tiempo, no iba a ser capaz de contenerse.
Entonces la boca de Pavel se apartó de la polla de Pooh con un pop que sonó grosero, y Pooh bajó la mirada, los ojos muy abiertos.
-¿Q-Qué demonios estás haciendo? ¡No pares! ¡Continúa! ¡Mierda!
Estaba en estado de pánico por el pensamiento de que Pavel lo dejaría ahí, insatisfecho y pidiendo más. Pooh apenas podía recordar lo que era vivir en el interior de una manada, pero Mark le había dicho todas las reglas que necesitaba saber acerca de lo sucedido a las concubinas, y la forma en que se mantuvieron bajo control. Sus orgasmos pertenecían a sus alfas, y si Pavel quería que sucediera, él podría poner a Pooh en el borde mismo del placer, hacerlo retorcerse hasta que una ráfaga de viento fuera suficiente para hacer que se venga, y luego con un simple comando de esa malvada boca, también podía poner fin a la misma.
A Pooh le habían dicho que era una forma de tortura, diseñado para mantener a las concubinas y otros omegas sin valor en función de sus alfas. No había sonado como una mala cosa para él cuando lo había oído la primera vez. Alojarse en el borde del placer por horas, incluso días siempre le había parecido el tipo de fantasía porno a la que los humanos les gustaba entrar. Incluso venía en algunos de los libros de manga que a Poooh le gustaba leer.
Ahora que estaba a punto de venirse, sabía lo malo que sería si Pavel se lo negaba. Evitar que se viniera por unos minutos como broma era una cosa, pero Pooh iba a echarse a llorar y empezar a mendigar si Pavel se levantaba y se alejaba de él. Esa sería una forma segura de obtener a Pooh de nuevo en la manada, eso era seguro.
Pavel se levantó, algo así. Se puso de rodillas y miró a Pooh con esos ojos rojos, fríos y calculadores. Era tan malditamente hermoso que Pooh apenas podía hacer que sus ojos se comporten. Observó y esperó a lo que el alfa haría.
Pavel no se levantó ni le dio la espalda. En su lugar, se agachó hacia la cara de Pooh.
Pooh se levantó de su espalda, haciendo una mueca cuando su cola fue aplastada en el suelo por el peso de su cuerpo, pero entonces él también se acomodó sobre sus rodillas, mirando a los ojos de Pavel, las respiraciones cálidas de ambos se entre mezclaban.
-¿Jamás has chupado la polla de un hombre?― le preguntó Pavel.
Mierda. El calor en el cuerpo de Pooh se intensificó. Iba a tener un golpe de calor. No estaba bromeando ni remotamente acerca de eso.
Se tragó el nudo en la garganta, y luego negó con la cabeza.
-No.
-¿Eres virgen?― le preguntó Pavel.
Esa parte avergonzó a Pooh más que nada, y no en el buen sentido.
―Sí. He besado a otros chicos, y ha habido algunas caricias antes, pero nunca he ido todo el camino con nadie.
Pooh no entró en mucho detalle porque no quería que Pavel le hiciera demasiadas preguntas embarazosas. Ya era bastante malo estar aquí en el bosque a punto de perder su virginidad con alguien que pensaba que sólo era lo suficientemente bueno para ser un agujero, pero no podía decir que no, e incluso si su cerebro no estuviera en este momento funcionando a través de su polla, Pooh estaba muy seguro de que no tendría la fuerza para alejarse de todos modos.
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Quiero morder tus orejas <PavelPooh>
Hombres LoboQuiero morder tus orejas #1 [Charlie-Dane] [Pooh-Pavel] by Marcy Jacks Esta es una adaptación sin fines de lucro. Todos los créditos a sus respectivos escritores y traductores.