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Pasaron varias semanas, y Pooh fue acomodándose muy bien en su nuevo papel como compañero del alfa.
Algo así. Todavía había gente en la manada que no lo quería allí, incluso si ya no tenían voz sobre ello después de lo que había sucedido con Pavel y Dean en la sala de reuniones. Una gran cantidad de los cachorros lo evitaban, pero Pooh no los culpó por eso. Sospechaba que probablemente era por miedo a lo que sus padres digan, y ya que no había nada que Pavel realmente pudiera hacer al respecto, lo dejó ir en su mayor parte.
Pooh estaba feliz cuando uno de los miembros de la manada condujo su jeep a la propiedad, y Pavel declaró adecuado el que Pooh mantuviera su puesto de trabajo en la tienda de cómics. Pooh se había dado cuenta de que Pavel no le impediría un trabajo que le gustaba, sobre todo después de su charla.
A Pooh siquiera le importó que el viaje fuera largo, y era igualmente feliz cuando Mark y Marlia también condujeron a la propiedad de la manada. La parte trasera de la camioneta de Mark estaba llena hasta el borde con todos los muebles y pertenencias que habían sido recogidos a lo largo de los años, y otro pequeño remolque tirando lo que quedaba de ella detrás.
Marlia había estado extasiada de estar de vuelta en la propiedad de la manada. Incluso había mirado a Pooh y le tocó el hombro antes de ir a abrazar a viejos amigos que se había visto obligada a abandonar después de que el padre de Pavel la hubiera desterrado y a su familia.
Pooh lo permitió, pero ya sabía que no iba a hablar con él o darle cualquier otro buen detalle como ese. Ella todavía lo despreciaba, y más ahora que tenía una manada completa con la que relacionarse con los demás de nuevo. Ella ya no necesitaba a Pooh.
A decir verdad, Pooh estaba perfectamente bien con ello porque significaba que ya no tenía que preocuparse por ella, o estar cerca de ella por algún sentimiento de necesidad, porque ella fuera parte de su pequeña manada.
Él tenía una manada grande ahora, tenía a su compañero y tenía a su hermano. Pooh podía llevarse bien con Marlia ahora, siempre y cuando se quedara lejos de él.
El saludo de Mark fue diferente del de su madre. Envolvió a Pooh en un abrazo de oso gigante que llevó sus pies lejos de la tierra.
―Estoy feliz por ti ― dijo Mark, y sonaba como si lo dijera en serio.
Teniendo en cuenta que ambos habían pensado que Pavel estaba tomando a Pooh con el único propósito de convertirlo en una concubina, entonces era de esperar que estuviera feliz por su hermano. Pooh no era una concubina. Él era el compañero del alfa, y si al resto de la manada le gustaba o no, si Marlia tenía problemas para creer en ello, no importaba. Ocupaba una posición de autoridad. Eso era mucho más de lo que otros defectos podrían decir acerca de sus posiciones dentro de sus propias manadas.
Cuando Pavel no estaba tratando con miembros indisciplinados de la manada, o el manejo de las finanzas que venía de dirigir su propio negocio de construcción, él y Pooh recuperaban el tiempo perdido.
Pooh estaba bastante seguro de que habían bautizado todas las habitaciones de la casa, cada planta y cada mesa, teniendo relaciones sexuales en ellas. Varias veces.
Ahora había lubricantes ocultos en casi todos los rincones de la casa, en cualquier lugar que pudiera ser considerado de fácil acceso para cualquier momento en que el alfa en Pavel exigiera tener sexo con su pareja.
En un principio, Pooh estaba avergonzado de estar constantemente con el olor a semen de Pavel, pero a medida que pasó el tiempo, y se acostumbró al estilo de vida de la manada, comenzó a disfrutar de ello, a veces pavoneándose alrededor, orgulloso del hecho de que Pavel le había marcado y quería su olor en Pooh.
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Quiero morder tus orejas <PavelPooh>
Hombres LoboQuiero morder tus orejas #1 [Charlie-Dane] [Pooh-Pavel] by Marcy Jacks Esta es una adaptación sin fines de lucro. Todos los créditos a sus respectivos escritores y traductores.