Quiero morder tus orejas <PavelPooh>

capitulo 6

Gracias a todas las personas que se toman el tiempo de leer esto se los agradezco

Pooh no obtuvo ninguna respuesta al día siguiente cuando se despertó. De hecho Pavel ni siquiera estaba en la cama con él. Pooh deseaba ser un hombre lobo regular, que pudiera oler todo tan perfectamente, de esa manera podría decir cuánto tiempo había pasado desde que Pavel había dejado la habitación.

Nop. Si quería saber o averiguar algo, tenía que salir y empezar a preguntar por ahí, asumiendo que no le dieran un vistazo y se alejaran por otro lado.

Algunas personas lo ignoraron, lo que estaba bien con él, ya que sólo quería hablar con gente que lo mirara como si fuera una persona en lugar de un defecto contagioso. Meen fue el único que se acercó hasta él para hablar, sin embargo.

Pooh sabía que no le gustaba mucho al beta, pero no pudo evitar el meneo de su cola cuando el hombre se acercó.

—¿Sabes a dónde fue Pavel?

Pooh detuvo el movimiento de su cola cuando el beta bajó la mirada hacia él, levantando una ceja.

—Está en una reunión con los otros betas. Terminará pronto.

—Oh. ¿Qué tipo de reunión es?

Meen suspiró, estaba claro que no quería responder a cualquiera de las preguntas de Pooh en absoluto, pero lo hizo de todos modos.

―Es con los ancianos de la manada, hombres y mujeres que estaban en la manada hace tiempo para haber visto cuando tú y tu familia fueron expulsados.

Uh oh. Pooh sabía lo que eso significaba. Pavel estaba hablando con los hombres y mujeres que le querían fuera. Pero entonces se le ocurrió algo.

—Espera un minuto, nada de esto tiene sentido. Si no me quieren aquí, entonces ¿por qué estoy aquí?

―¿Pavel no te lo explicó?―Meen preguntó, y levantó una de sus cejas de nuevo. Al parecer, eso era una cosa de él.

—No, no explicó nada. Él me mordió, me hizo morderlo y me dijo que le pertenecía, pero ¿por qué me trajiste aquí si el resto de la manada no me quiere aquí? Supongo que la única razón por la que está en una reunión con los ancianos de la manada es por mi culpa, ¿verdad?
Meen asintió, pero ahora había una buena cantidad de la curiosidad en su rostro también.

—Tienes razón en eso― dijo. ―¿Qué es exactamente lo que piensas qué es tu papel en esta manada?

Pooh lo miró.

—Bueno, me sacaron de mi trabajo y me secuestraron, después me pusieron en la habitación de Pavel, y él me reclamó en el bosque. Todavía tengo que llamar a mi jefe y hacerle saber que no podré llegar mañana para mi turno. ¿Incluso se me permitirá trabajar? Voy a necesitar mi Jeep de ser así.

Incluso si Meen dijo que la concubina del alfa nunca había tenido que trabajar, Pooh iba a hacer todo lo posible para asegurarse de tener uno. Incluso si tenía que molestar a todo el mundo en la manada, quejarse y protestar hasta que las ranas echen pelo. Una vida no era una vida si su único objetivo era coger con el alfa.

A pesar de lo bien que se sentía.

—No respondiste a mi pregunta. Haz eso primero.― Meen le dijo, y Pooh se acordó de lo grande que era en realidad este tipo. —¿Cuál crees que es tu papel dentro de esta manada?

Pooh fue golpeado con una aguja de inseguridad.

―Bueno... Teniendo en cuenta cómo llegué aquí, pensé que sólo iba a ser la concubina del alfa Pavel.

―¿Concubina?― Preguntó Meen, y ambas cejas se levantaron alto.

—¿Uh, no lo soy?― Preguntó Pooh. ―Dijiste que estaba aquí para calentar su cama.