capitulo 5

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Pavel se aferró a Pooh cuando el hombre lloró y se mordió el labio inferior. Su alfa interior no lo permitiría, no lastimaría a este hombre, nunca.

-Pooh, shh, necesitas relajarte.

―¡Mierda! ¡Eso... duele!

-Lo sé, sólo confía en mí, va a mejorar. No me moveré. Estoy esperándote.― A Pavel le gustaría esperar el tiempo necesario. Esperaría durante horas si tuviera que hacerlo. Si Pooh le decía que dejara lo que estaba haciendo y se saliera, entonces haría eso también.

Joder, que sería difícil, pero lo haría.

―Sólo respira, bebé. El dolor va a bajar, te prometo que lo hará.

Pooh no le pidió que se detuviera, lo cual honestamente sorprendió a Pavel. Él esperaba que el otro hombre lo empujara fuera. Pavel incluso empezaba a albergar algunas dudas propias. Pooh podría haber nacido en una manada de hombres lobo, pero no era un hombre lobo completo, tal vez hacerlo de esta forma dado que era la primera vez de Pooh y sin la lubricación adecuada, había sido un error.

Pavel esperó y esperó, escuchando el tambor de los latidos del corazón de Pooh, así como el sonido de su respiración. Escuchó todo, y esperó a cualquier cosa que Pooh pudiera decir.

Finalmente el cuerpo de Pooh se fue relajando, poco a poco sus músculos ya no estaban tan tensos y apretados, sus uñas ya no estaban presionando dolorosamente los hombros de Pavel. Apenas se había dado cuenta de eso al inicio.

Pavel muy lentamente, y con cuidado extra, comenzó a empujar su polla más profundamente en el interior del cuerpo de Pooh. Pooh no protestó, pero sus dientes permanecieron apretados.

Todo lo que Pavel tenía que hacer era encontrar la próstata del hombre. Una vez que hiciera eso, entonces todo estaría hecho. Pooh ni siquiera recordaría que había estado con dolor.

Pooh seguía siendo un hombre lobo. No era un cambiaformas, pero seguía siendo un hombre lobo, y Pavel iba a tratarlo como tal, a diferencia de los otros hijos de puta rebeldes que vivían con él en la manada.

Entonces los ojos de Pooh se abrieron, mostrando la parte blanca alrededor de esos hermosos ojos azules que le quitaban el aliento a Pavel. Su boca se abrió y dejó escapar un gemido que sonaba agradable. Ningún hombre podría hacer un ruido como ese si estuviera con dolor.

Pavel había encontrado la próstata de Pooh con los dedos, y ahora la había encontrado con su polla.

-Ahí está― dijo viendo cómo Pooh perdía el control por completo por debajo de él. Fue la vista más erótica que Pavel hubiera visto en toda su vida. No estaba siendo solo un testigo tampoco, lo sintió en la forma en que las caderas de Pooh chocaron contra él, en lo fuerte de su agarre en los antebrazos de Pavel .

Pavel sabía que aún no debía ser duro. Todo lo que quería era tirar de su pelvis y amartillar hacia atrás y luego de golpe de nuevo hacia delante, enterrando su polla profundamente en este apretado espacio caliente que se apoderó de él como un poderoso puño pero que sin duda causaría más dolor que placer, y todo lo que Pavel buscaba era el placer de Pooh.

Se echó hacia atrás y hacia delante. Su ritmo no era precisamente lento, pero no fue rápido tampoco.

Ni siquiera fue a paso ligero. Pavel se movió exactamente como tenía que moverse para darles el mayor placer que ambos pudieran tener, y los gemidos de Pooh eran un testimonio de lo mucho que estaba lográndolo.

―M-Mierda que se siente bien, allí mismo. Oooh, ¡Dios mío!― Pooh se quejó, diciendo todas las cosas que Pavel esperaba un virgen dijera mientras estaba haciendo el amor por primera vez. Después de que todo fuera jadeante y sin sentido, como si Pooh estuviera corriendo hacia el orgasmo, pero estuviera teniendo problemas para llegar a él. Pavel quería ayudarlo con eso.

Quiero morder tus orejas <PavelPooh>Donde viven las historias. Descúbrelo ahora