Dominick Parker.
Tripoli, Grecia.—Miller. —Estrecho la mano de Simón cuando llego hasta él.
—Parker. Creí que estabas en Afganistán. —Me hace una seña para que lo siga por el campo de entrenamiento.
—Regresé hace ocho meses—contesto, asintiendo en dirección a los soldados que saludan en mi dirección.
No conozco a la gran mayoría de ellos, pero sé que me conocen a mi. Conocen lo que he hecho y el trabajo que hice en Afganistán.
—Me alegra escucharlo. La central de Los Ángeles ha estado siguiendo este caso por mucho tiempo, ahí comenzó—comienza a explicar la misión—. Sin embargo, se ha extendido al resto del mundo.
—¿Comenzó en Los Ángeles?—Frunzo el ceño—. Creí que esto se trataba de Makris.
—Nuestra primera pista fue en Los Ángeles—aclara—. Alguien cercano a la FEMF. Por eso Christopher tomó el caso, pero tiene una misión de la que encargarse y por dicha razón yo seré el supervisor. —Exhala—. Te reportarás a mi, toda la información que tengas deberás transmitírmela y una vez que tengamos un plan armado, actuaremos y llevaremos a Makris a juicio.
—¿Lo quieren vivo?—Levanto las cejas y él asiente.
—Si. Sus cuentas con otras personas son demasiadas como para darle una salida fácil.
Eso no es nada que no haya escuchado antes. Es usual que los superiores lo quieran vivos por tener cuentas pendientes con gente dentro de la FEMF.
»Nuestro hombre ya se encargó de limpiarte el camino, así que solo debes encargarte de la información de los socios menores. —Me entrega un arma y un maletín—. Ahí está todo lo que vas a necesitar, incluyendo un teléfono encriptado con el que vas a comunicarte directamente conmigo.
—¿Quién redactó el informe que Christopher me entregó?—pregunto y él se endereza. Sus ojos dejan de ser amistosos y en cambio se vuelven alertas y amenazantes, entrando rápidamente en su papel como militar.
—Si el informe no lo dice es porque hay razones para ello—contesta—. No confíes en nadie ahí dentro, mantente alerta todo el tiempo y...—Respira profundo— Ares tiene ciertos gustos de los que creo que deberías estar enterado. Ahí hay una carpeta con la información detallada. —Señala el maletín—. Espero que estés listo para lidiar con ello.
No se me pasa por alto que la sola mención de la persona que hizo el informe logra tensarlo. La pregunta es ¿por qué? ¿Qué hay detrás de esta misión? ¿Quién es tan importante como para ser cubierta por quienes forman parte de esto?
—Mhm. —No digo nada sobre ello porque no me interesa probarle a nadie lo capacitado que estoy para las misiones.
Estrecho la mano de Miller, ignorando la forma en la que parece estudiar mi rostro en busca de algo. Me doy la vuelta y me encamino al estacionamiento en busca de mi camioneta para por fin salir de este lugar.
***
Es un desastre.
Todo lo que la organización Makris implica, la cantidad de víctimas que han dejado y la cantidad de la que aún no sabemos.
Tengo el estómago revuelto, pero eso no impide que me beba un trago de whisky mientras leo la información que Simón me proporcionó en un USB.
Doscientas mujeres asesinadas al intentar escapar. Otras diez lo lograron y fueron asesinadas en meses posteriores.
Solo una logró escapar. No hay información sobre su identidad o su paradero, pero dice que sigue con vida. Ha logrado mantenerse viva desde hace cinco años cuando la secuestraron e intentaron venderla a la Bratva.
Hay fotos de las víctimas. Sus muertes son sangrientas, demasiado sangrientas. Son violadas con objetos, les cortan los pechos y queman sus clítoris antes de por fin asesinarlas.
Son métodos de tortura horribles, intentan denigrar a las mujeres todo lo posible antes de acabar con ellas. Un modus operandi poco conocido, pero que nos enseñan en la academia para que conozcamos cada tipo de asesinato y sepamos diferenciar entre eliminar a alguien para callarlo y la tortura por castigo que viene desde el odio.
Ares Makris odia a las mujeres por alguna razón desconocida. Por eso las órdenes siempre son acabar con cada cosa que represente su feminidad antes de asesinarlas. Es como su maldita marca. Su forma de hacer saber que se trata de su organización.
Deslizo mi dedo en el mouse, haciendo las fotos a un lado, sintiendo que la bilis se me sube a la garganta mientras una furia descomunal se me planta en el pecho.
Nos enseñan a desconectarnos, a no involucrarnos personalmente en las misiones. Pero esto... son niñas, joder. Ninguna de ellas es mayor de dieciocho años, y todas ellas me recuerdan que tengo una hermana. Una que podría ser cualquiera de ellas.
Respiro profundo, pasando esta vez a la información sobre Ares Makris.
Mis cejas se levantan al repasar la lista de lugares en los que se le ha visto.
Dieciocho clubes fetichistas alrededor del mundo. Pero siempre lleva a su acompañante, siempre una mujer que no parece tan menor como las que suelen traficar.
Tiene fetiches y filias. Muchas. Unas más extraños y retorcidas que otras, y por eso este informe tiene una maldita lista.
•Asfixia.
•BDSM.
•Capnolagnia.
•Cuckolding.
•Electroestimulación.
•Wetlook.
•Vouyerismo.
•Juego de edades.
•Masoquismo.
•Urofilia.
•Altocalcifilia.
•Hematofilia.—Joder, esto es... demasiado. —Frunzo el ceño con asco hacia muchos de ellos.
Sé la razón por la que Christopher me dió el trabajo. Pero probablemente gran parte de ello tenga que ver con que ambos tenemos gustos en común, lo que implica que él sabe que el BDSM es de mi estilo de relación sexual.
Como soldados, no podemos darnos en lujo de negarnos a muchas cosas cuando estamos infiltrados. Tenemos que hacer lo que toque, pero es más fácil cuando el soldado tiene conocimiento o gusto por lo que sea que tenga que hacer durante la misión.
En este caso, tengo conocimiento y relación con el BDSM; y también conocimiento sobre todo lo existente en esta lista a pesar de que en su noventa y ocho por ciento no me gusten.
Al menos me sirve para hacerme una idea de lo que voy a encontrarme, pero no significa que sienta siquiera algún mínimo de empatía o gusto por muchos de estos fetiches y filias.
Hay una línea que incluso los fetiches tienen. Y yo mantengo la mía muy clara.
Exhalo, sacando el USB del puerto antes de acercarme a la chimenea del departamento que me entregaron y lanzarlo al fuego, sin apartarme hasta que me aseguro que está completamente destruído.
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Pieces of Me [Dominick Parker]
FanfictionÉl dice estar roto. Yo también lo estoy. Ambos tenemos eso en común; por dentro solo quedan pedazos de lo que alguna vez fuimos. Pero él desea cada pedazo de mi corazón. Y yo deseo cada parte del suyo.