Capítulo 3. Golpes inesperados.

2 1 0
                                    

Jenna Nattxon

Mientras caminaba por el parque de Hontfford, mis pensamientos se arremolinaban como las hojas caídas a mis pies. De repente, lo vi. Henry estaba allí, sentado en nuestro banco favorito. Había adelgazado un poco, pero su cuerpo seguía mostrando la fuerza y el vigor que siempre había admirado en él. Su mirada, sin embargo, parecía más profunda, cargada de emociones no expresadas.
Me acerqué lentamente, mi corazón latiendo con fuerza. Cuando nuestros ojos se encontraron, supe que este encuentro cambiaría todo. Henry se levantó y, con una voz que apenas era un susurro, comenzó a hablar.

— Jenna, hay tantas cosas que necesito decirte. No he venido a buscarte antes porque... porque tenía miedo. Miedo de que no me perdonaras, miedo de que ya no me quisieras. La carta que te envié... fue mi intento desesperado, pero sé que no fue suficiente y solo te lastime.— Sus palabras me golpearon con fuerza, pero lo que más me conmovió fue lo que dijo después.—Nunca he dejado de amarte, Jenna. He esperado tanto tiempo para verte de nuevo, para tener esta oportunidad de explicarme. Cada día sin ti ha sido un tormento, y ahora que estás aquí, no quiero perderte otra vez.

Sentí una mezcla de emociones: alivio, tristeza, esperanza. Henry siempre había sido una parte fundamental de mi vida, y escuchar su confesión me hizo darme cuenta de cuánto lo había extrañado. Nos quedamos allí, en el parque de Hontfford, hablando y desnudando nuestras almas, con la promesa de un nuevo comienzo flotando en el aire.
Nos sentamos en el banco, el mismo donde habíamos compartido tantos momentos felices. El sol comenzaba a ponerse, tiñendo el cielo de tonos anaranjados y rosados. Henry tomó mi mano, y sentí una calidez que no había experimentado en mucho tiempo.

— ¿Henry, por qué me haz hecho sufrir de esa forma?..

— Lo se Jenna, y me arrepiento tanto, nuestro amor no se olvida de la noche a la mañana, yo te amo, mi gatita, sigues siendo igual de hermosa.— acarició mi mejilla.

— Te amo Henry, no he dejado de hacerlo.. pero me duele lo que hiciste..

— Jenna,— continuó, — sé que he cometido errores, y no espero que todo se arregle de inmediato. Pero quiero que sepas que estoy dispuesto a hacer lo que sea necesario para recuperar tu confianza.— Lo miré a los ojos, buscando la sinceridad en su mirada.

— "Henry, no es fácil olvidar lo que pasó, pero tampoco puedo ignorar lo que siento por ti. Necesito tiempo para procesar todo esto.—Él asintió, apretando suavemente mi mano.

— Lo entiendo. Y estoy aquí para darte todo el tiempo que necesites. Solo quiero que sepas que no he dejado de pensar en ti ni un solo día mi linda y hermosa gatita..

Nos quedamos en silencio por un momento, escuchando el suave murmullo del viento entre los árboles. Finalmente, me atreví a preguntar lo que había estado rondando mi mente desde que lo vi.

— ¿Qué pasó realmente, Henry? ¿Por qué te alejaste?. — Él suspiró profundamente, como si estuviera liberando un peso que había llevado durante mucho tiempo.

— Había muchas cosas en mi vida que no estaban bien. Problemas con mamá, presiones laborales, despidos... Me sentí abrumado y pensé que alejarme era la mejor solución. Pero me equivoqué. Al hacerlo, también me alejé de la persona que más me importaba.—Sus palabras resonaron en mi corazón.

Sabía que todos cometemos errores, y que a veces, el miedo y la confusión nos llevan a tomar decisiones equivocadas. Pero también sabía que el amor verdadero puede superar incluso los obstáculos más difíciles.

— Henry,— dije suavemente,— si realmente quieres que esto funcione, tendremos que trabajar juntos. No será fácil, pero estoy dispuesta a intentarlo si tú también lo estás..—Una sonrisa se dibujó en su rostro, y vi un destello de esperanza en sus ojos.

"EL VEREDICTO DEL DESTINO" [2] 🐈 ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora