Capítulo 6. La corte.

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Jenna Nattxon

Justo cuando creía que la vida había alcanzado una cierta estabilidad y que todo estaba encaminado, Samantha entró en mi oficina un martes por la mañana con una expresión seria que inmediatamente llamó mi atención.

— Jenna, necesito hablar contigo,—dijo con un tono grave. —Ha surgido un caso nuevo, y es de alta importancia, pero también conlleva ciertos riesgos.—
Me enderecé en mi silla, sintiendo una mezcla de curiosidad y preocupación. Samantha nunca exageraba los peligros, así que sabía que esto era serio.

— ¿De qué se trata?— pregunté, intentando mantener la calma. Samantha se acercó y me entregó un archivo más delgado que el anterior, pero con un aura de peso y urgencia. Lo abrí y leí las primeras páginas.

— Es un caso de tráfico de personas,—explicó Samantha. —Las pruebas son escasas y los implicados son poderosos, con conexiones en altos niveles. Necesitamos a alguien en quien podamos confiar completamente, y tú has demostrado ser más que capaz.

Sentí un escalofrío recorrerme. Sabía que aceptar este caso significaba ponerme en el punto de mira, pero también que rechazarlo no era una opción.

— Estoy lista.— respondí, con una determinación renovada. —Dime qué necesito hacer.

Samantha había convocado a todo el equipo en la sala de conferencias de la fiscalía.
Entré y vi a mis colegas ya reunidos, con expresiones de determinación, seriedad y preocupación. Samantha estaba al frente, organizando un montón de papeles y documentos sobre la mesa. Respiré hondo y tomé asiento, lista para lo que estaba por venir.

— Gracias por venir tan temprano,—comenzó Samantha, mirando a cada uno de nosotros. —Este caso es nuevamente uno de los más grandes y peligrosos que ya hemos enfrentado. Pero sé que juntos podemos lograrlo.

Nos entregó copias de los archivos del caso, y comenzamos a revisarlos en silencio. El aire estaba cargado de tensión y concentración. Cada página revelaba más detalles oscuros sobre la red de tráfico de personas que estábamos a punto de desmantelar.

— Nuestra primera tarea,—continuó.—es identificar a todos los involucrados. Jenna, quiero que te encargues de los documentos financieros. Necesitamos rastrear el dinero para entender la magnitud del crimen.

Asentí y saqué la computadora de mi maletín para comenzar a organizar los informes financieros en ella. Sabía que el análisis detallado de estas transacciones sería crucial para demostrar la culpabilidad de los acusados.
Mientras tanto, otros miembros del equipo se dedicaban a diferentes aspectos del caso. Unos se encargaban de los interrogatorios a las víctimas, ganándose su confianza y documentando sus testimonios. Otros analizaban los datos de las comunicaciones electrónicas, buscando patrones que pudieran revelar la estructura de la red.

Empezamos revisando los informes preliminares de la policía. Los testimonios de las víctimas que habían logrado escapar eran desgarradores, pero esenciales para entender la magnitud del crimen y los métodos de la red de tráfico de personas.
Una noche, mientras repasaba uno de estos testimonios, algo llamó mi atención. Una de las víctimas mencionó un nombre recurrente: "Elías". Inmediatamente anoté esa información y decidí investigar más a fondo.

"Identificación de la Red"

La identificación de la red fue un proceso meticuloso y complejo. Utilizando la información de los documentos y testimonios, comenzamos a trazar un mapa de las conexiones entre los implicados.
Elías: Mencionado repetidamente por varias víctimas. Se trataba de un intermediario que coordinaba los movimientos de las víctimas entre diferentes países. Sus operaciones eran discretas, pero logramos rastrear algunas de sus transacciones financieras sospechosas.
Danna: Aparecía en varias comunicaciones interceptadas. Figura clave en la logística de la red, coordinando el transporte y alojamiento de las víctimas. Tenía una fachada de empresaria legítima, lo que complicaba aún más nuestra tarea.
Richard: Empresario prominente con conexiones políticas. Sus transacciones y comunicaciones mostraban una implicación profunda en la red, aunque siempre cuidaba de no involucrarse directamente. Necesitábamos pruebas irrefutables para incriminarlo.

"EL VEREDICTO DEL DESTINO" [2] 🐈 ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora