CAPITULO 10

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Una mañana del veintiocho de diciembre, Jungkook supo que la pequeña Jina había entrado a terapia intensiva y el cronograma de operaciones que se actualizaba en su lista en la computadora le hizo saber que operarían a la pequeña de emergencia

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Una mañana del veintiocho de diciembre, Jungkook supo que la pequeña Jina había entrado a terapia intensiva y el cronograma de operaciones que se actualizaba en su lista en la computadora le hizo saber que operarían a la pequeña de emergencia.

Miró el historial que tenía abierto sobre su escritorio en su oficina y leyó los últimos datos que se añadieron apenas dos días antes.

Luego de una resonancia y unos estudios de sangre, el doctor Kim Seokjin encontró coagulación en su cuerpo, y aunque hablaron con los padres, ellos se negaron a desconectarla. Y siguiendo los protocolos del hospital, después del primer colapso al corazón tendrían que operar de emergencia. Sí o sí.

Kim Taehyung, en cambio, escribió en su informe que pese a la poca esperanza de vida que tenían en la niña, a diferencia de muchos cachorros de su edad, la enfermedad no estaba afectando los órganos vitales y que podrían probar quitándole la respiración artificial, esperando que pudiera respirar por sí misma.

Sin embargo, dicho detalle no lo sabían los padres, sólo para no lo darles esperanza y que no tuvieran que pasar por una decepción más.

Jungkook miró su computadora de nuevo, la operación iniciaba a las cuatro de la tarde, y se esperaba que durara al menos cinco horas si todo salía bien. Su reloj marcaban las tres y media y no dudó ni un segundo cuando dejó su oficina para ir al área de quirófanos, con el corazón a mil por hora y una sola idea en la cabeza.

Salvar a esa niña.

Cuando llegó al quirófano correspondiente, las enfermeras lo miraron sorprendidas, saludando.

–¿Y los doctores Kim?

–Vienen en camino, doctor Jeon. La paciente ya está dormida y la están terminando de preparar.

–Voy a entrar –avisó, tomando desprevenidas a las betas de la habitación y se quitó la blanca bata, poniéndose una cofia en el cabello y después, lavó sus manos, en el proceso que lo hacía. Dos doctores entraron en la sala, con sorpresa en los ojos.

–Doctor, ¿Qué hace?

–Voy a entrar –repitió evitando la mirada de Taehyung, y es que desde que lo dejó en su casa, no había querido hablar con él ni saber nada, su lobo enojado con el alfa por lo que había hecho.

Aunque Jungkook sabía que era una tontería, pero su sensibilidad estaba tan a flote que no podía negarse a que su lobo tomara control sobre él.

–No puede, no es su caso.

–Es un caso del hospital. Además, no hable demasiado, doctor Kim –miró a Seokjin–, si sabía que la niña tenía coagulación debió entrar a cirugía de inmediato y no esperar a que uno de los coágulos llegara al corazón. Pudo provocar un paro cardíaco y se hubiera ahogado con su propia sangre, lo sabe.

–Los padres tenían que autorizar la cirugía.

–Podemos saltarnos a los padres si el paciente necesita una cirugía urgente, lo hemos hecho antes.

DEAR ALPHA ✧ VKook ⓅDonde viven las historias. Descúbrelo ahora