CAPITULO 12

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Era distinto a como lo imaginaba, y le hacía sentir cierta paz en el pecho

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Era distinto a como lo imaginaba, y le hacía sentir cierta paz en el pecho.

El consultorio de la doctora Yuri no era extravagante, al contrario, era cálido y minimalista. Las paredes de la sala de espera eran de un tranquilo color celeste, con sillones blancos y lo suficientemente cómodos para no lastimar su espalda mientras esperaba su turno.

No había música de fondo demasiado fuerte, al contrario, era una canción de música clásica de forma bajita y sutil. A Jungkook le agradaba.

Era finalmente, su primer terapia con la psicóloga y ciertamente no sabía qué esperar ni cómo sentirse. El día anterior, lunes, había llevado a Namjoon todo lo que le había pedido para el control de sus terapias, avisando que al día siguiente tomaría la primera, cosa que hizo al alfa sonreírle.

–Jungkook –le llamó Yuri sacándolo de sus pensamientos y el omega pensó en alguna posibilidad de salir huyendo de ahí e ir donde su cachorro, que estaba en la guardería del hospital.

Se puso de pie, entrando en una salita más pequeña y un poco diferente a como era fuera. Las paredes eran color beige y la luz amarilla de los focos en las paredes le relajaban los sentidos. No había aromas fuertes ni dulces de omegas o alfas que hubieran estado ahí antes, y quizá era por el dispensador de aromas naturales que estaba conectado a un enchufe en la pared.

Yuri le pidió que tomara asiento en uno de los sofás o el reclinable que estaba ahí, pero Jungkook no sabía todavía si era de confiar, así que solo optó por sentarse casi frente a ella, con las manos jugando entre sí y la mirada gacha.

–Me alegra que estés aquí, Jungkook. Es un paso muy grande –asintió, quiso llevar las manos a su marca, por mero instinto, pero se abstuvo cuando vio que la beta frente a él le miraba como si quisiera analizarlo–, ¿Quieres decir algo?

–No sé –se encogió en su asiento–, no sé cómo funciona esto.

La beta le sonrió, apoyando sus manos en el reposabrazos de su silla.

–Aunque no lo creas, lo que acabas de decir es un buen comienzo. Lo platicamos el fin de semana, pero quiero que quede claro que lo que sea que se hable aquí, aquí se queda. No le diré nada a nadie, todo es totalmente confidencial, a menos que yo crea que tu vida está en riesgo, entonces tengo que dar aviso al familiar más cercano.

–¿Y qué si no estoy en riesgo?

–En ese caso –ella bajó su voz y Jungkook casi sonríe cuando la escuchó susurrar–, todo lo que digas será nuestro secreto.

–Ni siquiera sé qué decir.

–Podemos empezar por la razón que estás aquí, ¿Cómo diste conmigo? ¿Quién te lo sugirió o tú pensaste en tomar terapia? –el omega se encogió en su asiento, mordiendo sus labios y manteniendo la vista fija en el jugueteo de sus dedos.

DEAR ALPHA ✧ VKook ⓅDonde viven las historias. Descúbrelo ahora