CAPITULO 09

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Jungkook no recordaba mucho, lo último que su mente podía reproducir era una voz diciéndole cuánto lo amaba y lo mucho que lo extrañaba, que todo mejoraría, que-

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Jungkook no recordaba mucho, lo último que su mente podía reproducir era una voz diciéndole cuánto lo amaba y lo mucho que lo extrañaba, que todo mejoraría, que-

Abrió los ojos de golpe, la voz en su mente desapareciendo y su corazón se hizo pequeño ante el dolor. Conocía el lugar donde estaba, era su antigua habitación en casa de sus padres, con las paredes azules y uno que otro póster de cuando era adolescente.

A su lado, el pequeño Hyeon dormía plácidamente, ajeno a la situación y Jungkook tembló al sentir el frío de invierno colándose en la rendija de esa ventana que nunca reparó.

Se abrigó con las cobijas de la cama, suspirando al sentir el calorcito de su cachorro cerca y olfateó su cabello, gustoso del olor a leche y una pizca de ponche que lo tranquilizó y-

Miró a Hyeon, con el peluche que Kim Taehyung le dio y suspiró, recordando que el mismo llevaba el olor del alfa.

–Mi bebé –le susurró bajito y estiró su cuello para poder darle un beso en la coronilla, acción que fue detenida por un dolor.

Tocó sobre su marca, el vendaje se sentía diferente a como lo recordaba, más grueso y pesado, cubriendo más de lo que debería y el dolor en la zona le daba una idea de lo que había pasado. Se acurrucó más cerca del cachorro, arrullando cuando lo escuchó quejarse, pero era su bebé, una parte de sí, nadie podía culparlo por querer estar lo más cerca posible.

Abrazó a Hyeon, con la vista puesta en la pared de su cuarto y pensó en el sueño que estaba teniendo antes de despertar.

Más que un sueño, era una pesadilla. Una pesadilla que no parecía tener fin.

El recuerdo de lo que ese día pasó le cayó en el cuerpo como un balde de agua fría y tembló bajo el calor de sus cobijas, aguantando las lágrimas que amenazaban con salir a borbotones de sus ojos marrones.

–Jungkook, cielo –el omega miró a su puerta, su madre apenas se asomaba por la rendija y entró por completo cuando vio a su hijo asentir en su dirección.

Calló al ver sus ojos brillantes en lágrimas y suspiró.

–Traje té. Pensé que ya habrías despertado, no me equivoqué.

–¿Qué pasó? –le preguntó sin siquiera moverse de su posición actual.

–Te desmayaste. Tu marca- empezó a sangrar de la nada y Taehyung cree que fue por eso, tanta presión o nervios te llevaron a tener un ataque de pánico.

–Oh –sólo dijo eso, encogiéndose cuando su madre quiso tocarlo y la omega alejó su mano suspirando y se sentó en la orilla de la cama, a una distancia prudente.

–Necesito que me digas la verdad, Kook, ¿cómo te sientes? Y no me digas que bien, porque sabes que eso no funcionará conmigo.

Mordió su labio, ¿cómo se sentía? Era una pregunta difícil de responder considerando que todo lo que sentía ni siquiera tenía una palabra ni miles para poder definirlo, no sabía si decir que bien como respuesta automática o responder con la verdad inconclusa. Jungkook ni siquiera sabía si había sentido algo desde que el lazo se rompió cuando Juwon murió.

DEAR ALPHA ✧ VKook ⓅDonde viven las historias. Descúbrelo ahora