Rowan la tomó por el brazo y la obligó a arrodillarse en el suelo de la cobertizo. Con movimientos precisos, comenzó a asegurarla con una serie de cadenas que estaban guardadas en la caseta. Las cadenas eran frías y pesadas, Deane mantenía cierta resistencia pero resultaba en vano, no podía igualar la fuerza a la que estaba siendo sometida.
Sintió un escalofrío recorrer su cuerpo mientras estaban colocados alrededor de sus muñecas y tobillos. Con una presión brutal la mantenían asegurada. Cada movimiento que intentaba hacer solo intensificaban el roce helado del metal contra su piel, aumentando su desesperación. El espacio se sentía pequeño y asfixiante, y el silencio estaba cargado de una quietud opresiva que solo acentuaba su angustia.
Rowan, con su presencia inquietante y elegante, se acercó a ella con una calma que era casi seductora en su frialdad. Su figura alta y pálida se movía con una gracia sobrenatural, cada paso resonando con una autoridad silenciosa. Deane lo observó con una mezcla de temor y angustia, sintiendo que cada movimiento de Rowan aumentaba el peso de su angustia.
—Desafíame una vez más y te aseguro que las cosas no serán agradables. —dijo Rowan con una voz suave, casi melódica, que parecía deslizarse en el aire como un susurro de tentación y peligro. Cada palabra tenía un tono cargado de una promesa oscura, un aviso que se sentía tanto seductor como aterrador.
— ¿Vas a matarme?— contestó con una fuerte determinación.
—Quizá.— Rowan inclinó ligeramente la cabeza, evaluando a Deane con una mirada que parecía penetrar más allá de la superficie. Un rastro de una sonrisa apenas visible se dibujó en sus labios, una sonrisa que prometía mucho más que simple crueldad.
—Pero no hoy, —continuó Rowan con un tono que insinuaba una paciencia casi interminable.
Deane intentó moverse, probando las restricciones nuevamente, pero solo consiguió que el metal se presionara más contra su piel, provocando un nuevo escalofrío. A pesar del miedo que sentía, su mirada se mantenía firme.
Rowan, con su elegancia imperturbable y una fuerza sobrenatural que contrastaba con su apariencia sofisticada, tomó a Deane por el brazo y la levantó con una facilidad inquietante. A pesar de las cadenas que limitaban sus movimientos, la frialdad de sus manos y la presión constante de sus cadenas no impidieron que Deane se sintiera completamente a merced del vampiro. Su corazón palpitaba con desesperación mientras Rowan la cargaba como si fuera un objeto, con una precisión calculada que indicaba que no tenía la intención de permitirle ninguna posibilidad de escape.
El cobertizo, antes un refugio opresivo y claustrofóbico, se desvaneció rápidamente mientras Rowan la transportaba a través del oscuro laberinto de la mansión. El sonido de sus pasos resonaba en el silencio de los pasillos, y la luz de las antorchas parpadeantes proyectaba sombras que danzaban en las paredes, creando un ambiente aún más inquietante. Deane sentía el frío metal de las cadenas rozando su piel en cada movimiento, y la presión de su captura era una constante recordatorio de su impotencia.
Finalmente, llegaron a una puerta robusta y antigua, que parecía ser una entrada a un lugar aún más aislado. Rowan la abrió con una facilidad sin esfuerzo y cruzó el umbral, llevando a Deane a una habitación que parecía ser la culminación de su encierro. La habitación era amplia, pero el ambiente era opresivo, con paredes de piedra y un mobiliario escaso que parecía destinado a un único propósito: la reclusión.
Rowan la depositó con suavidad en el centro de la habitación. Deane cayó al suelo con un ruido sordo, sus cadenas sonando en la penumbra mientras intentaba recuperar el aliento. La habitación estaba iluminada por una luz tenue que se filtraba a través de una pequeña ventana enrejada, y el aire era frío y seco, cargado con el olor a humedad y a tierra antigua.
Deane se arrastró lentamente hacia un rincón, intentando alejarse de la presencia de Rowan. Sus ojos, sin embargo, no podían apartarse de él. La figura del vampiro, con su elegancia inhumana y su mirada penetrante, parecía llenar el espacio con una aura de peligro y autoridad. Rowan se movió con una gracia calculada, cada paso resonando con una calma imperturbable que contrasta con la desesperación palpable de Deane.
Rowan se acercó a una mesa al otro lado de la habitación, donde había una variedad de instrumentos y objetos que sugerían un propósito más oscuro. Sin apresurarse, comenzó a revisar los objetos con un interés casi clínico. Deane, observando desde su rincón, sentía un escalofrío recorrer su cuerpo, temiendo lo que pudiera estar planeando a continuación.
—¿Qué estás haciendo? ¿Que vas a hacerme? —preguntó Deane, su voz temblorosa pero desafiante, intentando mantener algo de su determinación.
Rowan se volvió hacia ella con una expresión que era una mezcla de satisfacción y crueldad. Su sonrisa, apenas visible en la penumbra, parecía prometer un tormento prolongado y meticuloso.
—¿Que voy a hacerte? es simple, Deane —dijo Rowan con un tono suave pero cargado de una amenaza subyacente. —Quiero que comprendas que desafiarme no tiene consecuencias agradables. Esta habitación es solo un preludio. La verdadera lección aún está por venir.
La voz de Rowan, melódica y seductora, estaba cargada de una promesa inquietante. Deane sabía que no había escapatoria fácil y que el vampiro estaba decidido a darle una lección que no olvidaría. La sensación de claustrofobia y desesperanza se intensificó mientras Rowan se acercaba a ella nuevamente, y la atmósfera en la habitación se cargaba de una tensión que era tanto aterradora como fascinante.
Rowan se inclinó hacia ella, su aliento frío acariciando su rostro. La proximidad de su cuerpo, la intensidad de su mirada y la sensación de su presencia omnipresente creaban una atmósfera de intimidad perturbadora. Cada palabra y cada gesto de Rowan eran una amenaza cargada de una seducción oscura que hacía que el miedo de Deane fuera aún más abrumador.
—No te preocupes, querida —susurró Rowan, su voz un eco seductor en la penumbra. —Lo que te espera te ayudará a comprender mi deseo de que nunca vuelvas a desafiarme.
Continuará ...
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Besos de Color Carmín
Wampiry¿Quien es esta persona? ¿Puede un vampiro, con su naturaleza inmortal y su sed de sangre, encontrar redención a través del amor humano? ¿Puede una humana, enfrentándose al mundo oscuro y peligroso de los vampiros, encontrar su propia fuerza y valor...