Un error en la trama

40. Calidez

Cuando Luo Binghe encontró a Shen Yuan, este se encontraba al lado de Xin Mo, simplemente estaba de pie al lado de la espada, su mirada estaba perdida. La energía demoníaca flotaba a su alrededor, remolinos oscuros lo rodeaban junto a Xin Mo, el aura que emanaba de la espada era tan abrumadora que sentía que podía ahogarse en ella. No sabía como Shen Yuan podía resistir estar tan cerca de la espada

- ¡A-Yuan! - lo llamó, tratando de acercarse, pero algo hizo que chocara y rebotara, había una especie de barrera que impedía que se acercara demasiado. Al parecer era causada por Xin Mo - ¡A-Yuan! ¡A-Yuan! 

- Bing... Binghe - susurró Shen Yuan, por fin dirigiendo su mirada a Luo Binghe - llegaste...  

- A-Yuan, alejate de Xin Mo - rogó, su voz se quebró al decir el nombre de su pareja - por favor... ven conmigo. 

- Pero... ¿no es esto lo que Binghe quiere que este haga? 

Luo Binghe lo miró sorprendido ¿por qué creería que él quería algo como eso? trató de acercarse de nuevo, pero la barrera que rodeaba a Shen Yuan le impedía dar un paso más cerca. 

- A-Yuan... ¿por qué crees que yo quiero destruir el mundo humano? 

- Es lo que hay que hacer... porque... así Binghe podrá reinar por sobre los tres reinos - Shen Yuan tenía una sonrisa maniática en su rostro, sus ojos verdes se habían vuelto rojos como la sangre, sus manos temblaban al decir aquello - porque... porque este mundo no podría permitir que Binghe o que esté existan ¿por qué habrían de permitirlo? si no están ellos... Binghe puede tener todo lo que quiera de este mundo ¿no es cierto? 

- ¿De qué hablas? 

No había nada que quisiera de ese mundo, tenía a sus padres y Cang Qiong, era todo lo que necesitaba, sólo quería que Shen Yuan se quedara a su lado para ser completamente feliz. 

- A-Yuan, solo necesito a A-Yuan a mi lado. Dejá a Xin Mo. 

- ¡Mientes! - grito mientras sujetaba su cabeza, Shen Yuan cayó de rodillas - ¡No digas mentiras! ¿Sólo a mi? ¿Por qué Binghe se limitaría a tener algo tan patético como yo cuando puede tener todo lo que quiera? ¡puedes tener a todos a tus pies y a todas las mujeres que quieres para ti sólo! oh... es verdad ¿a Binghe no le gustan las mujeres? entonces puede tener al hombre que quiera, sólo tienes que... desearlo... ¡porque todo esta hecho para que sea de tu agrado!

- ... 

Luo Binghe no entendía qué era lo que Shen Yuan quería decir, era como si nisiquiera estuviera hablando con él. Para Shen Yuan no era mejor, había voces en su cabeza, no solo la voz del Sistema que seguía alertando de un error, su visión estaba nublada y veía todo rojo, había una segunda voz que repetía lo mismo una y otra vez, una voz que se parecía mucho a su propia voz, que le recordaba que ese mundo no debía de existir, todo era un error. 

- Ni siquiera debería estar aquí - susurró Shen Yuan, sujetando su cabeza, dolía tanto que sentía que explotaría en cualquier momento, sentía una molesta opresión en su pecho, su corazón latía con tanta fuerza que sus oídos comenzaban a entumecerse - ¿¡Por qué tengo que estar en este mundo!? ¡Ni siquiera debería estar aquí! ¡Esta mal! ¡Todo está mal! ¡No debería ser así!

- ¡A-Yuan! - Luo Binghe clavó su espada en el suelo, tratando de resistir las ondas de energía oscura que Shen Yuan libraba con cada grito. 

Tenía que encontrar una forma de acercarse a Shen Yuan y alejarlo de Xin Mo. Si lograba alejarlo al menos lograría que la espada dejara de alimentarse de los sentimientos negativos de Shen Yuan, después... tendría que encontrar la forma para romper el vínculo que tenía con la espada, debía de haber alguna forma. Quería que hubiera una forma.