Un error en la trama

32. Sacrificio

Luo Binghe no podía creer lo que su padre había dicho. No quería creerlo. 

Shen QingQiu había sido liberado después de su confesión y había regresado a Cang Qiong entre gritos de emoción y lágrimas, Qiu HaiTang había vuelto a desaparecer y nadie sabía nada de ella desde el pequeño juicio que tuvo lugar la tarde anterior. Todo había vuelto a la normalidad, excepto que Shen Yuan no había regresado. Gongyi Xiao había confiado a Luo Binghe lo que Shen Yuan le había dicho, avergonzado porque quizás había sido engañado, Luo Binghe lo disculpó aunque en el fondo realmente sentía remordimiento porque Shen Yuan había buscado confiar en otra persona y no en él, porque había huído y no sabía si cumpliría su palabra de regresar cuando resolviera lo que fuera que tenía que resolver. 

Por otra parte, TianLang Jun y ZhuZhi Lang también estaban desaparecidos, cosa que hacía creíble lo que Shen QingQiu había dicho acerca de Shen Yuan. Los líderes de las grandes sectas habían dirigido una pequeña excursión hacía el lugar donde supuestamente TianLang Jun se encontraba sellado, Luo Binghe sabía que no iban a encontrar nada, su padre biológico había salido de ese lugar mucho tiempo atrás con ayuda de sus padres, pero el no encontrar nada en ese lugar había hecho saltar las alarmas en las demás sectas, Shen Yuan se había convertido en el enemigo en común. 

Los días siguientes, trató de contactar con Shen Yuan a través de sus sueños, pero era imposible encontrarlo, era como si algo se interpusiera en su camino y no le permitía entrar, algo que definitivamente era más fuerte que él. Al principio pensó que podía tratarse de TianLang Jun, pero por experiencia podía afirmar que el poder de TianLang Jun no era suficiente cómo para hacer eso, al menos en su estado actual no lo era, si estaba seguro de algo, era que TianLang Jun se estaría haciendo pedazos lentamente entre más tiempo pasara. No tenía la fuerza para ocultar a Shen Yuan en sueños. 

- ¿Sabes algo sobre Shen Yuan? - preguntó Shen QingQiu la mañana del quinto día. 

- Aún nada - gruño sus uñas se clavaban en la madera alrededor de la ventana, su pecho dolía, estaba enfadado, realmente enfadado - no puedo entrar en sus sueños... ¿Por qué A-Yuan no confía en mi? ¿¡por qué bàba tuvo que decir esas mentiras sobre A-Yuan!? 

Shen QingQiu observaba a Luo Binghe, un aura oscura lo rodeaba, concentrándose en la espada negra que llevaba en la cintura, casi podía sentir la abrumadora aura de esta llenar la habitación. Los ojos de su hijo (temporal) estaban llenos de lágrimas, sus manos habían comenzado a sangrar debido a sujetar con tanta fuerza el marco de madera de la ventana. 

Caminó hasta donde se encontraba el medio demonio y tomó un pañuelo para limpiar la sangre de sus manos, sabía que no era necesario, Luo Binghe podía curarse a sí mismo, pero creía que era algo que ese mocoso necesitaba ahora. 

- Luo Binghe, no sé que es lo que Shen Yuan esta haciendo o lo que planea... pero sea lo que sea... debes de pensar en lo que harás cuando vuelvas a verlo. Tendrás dos opciones, seguirlo ciegamente y convertirte en el enemigo de todos... o convertirte en el enemigo de Shen Yuan. 

- Nunca podría odiar a A-Yuan... ¿por qué bàba tenía que decir esas mentiras? 

- Si no lo hubiera hecho, seríamos dos los ejecutados... al menos ahora puedes preocuparte por sólo salvar a uno. 

Conocía el carácter de aquel hijo (temporal) suyo, sabía que Luo Binghe trataría de salvarlos a ambos, al padre que lo había creado y a la persona que amaba, era un peso que no soportaría y que en algún momento caería. Quizás seguir el plan de Qiu Haitang había sido un error del que se arrepentiría pronto, pero... por ahora solo podía esperar y ver qué sucedía. Luo Binghe apartó la mirada, el aura de dolor y tristeza aún lo rodeaba, Shen QingQiu sabía que no había nada que pudiera hacer por ello.