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Existen emociones que te pueden causar un malestar irremediable hasta que sea apaciguada de alguna manera, charlando con alguien, estando en compañía que te hagan olvidar los problemas que te abruman la cabeza y volver a un estado de tranquilidad, normalmente a eso le llamamos una red de apoyo; sin embargo, cierto pelinegro no lo tenía por culpa de sus acciones.

Mingi estaba casi solo en toda la situación, estaba sentado en la fría sala de espera del hospital la cual tenía a una que otra persona al ser altas horas de la madrugada, había llegado hace un tiempo atrás buscando información sobre el castaño y el dichoso accidente, pero la recepcionista apenas y le pudo dar información, no era nada nuevo, solo que había llegado en estado delicado por el choque.

Si hubiera sido días antes posiblemente a Mingi no le afectaría tanto la situación porque él solía mantener encerrado a Yunho para que no cometiera estupideces desde su perspectiva, pero ahora no sabía qué pensar y el dichoso mensaje del chico aún lo mantenía en su cabeza, ¿por qué fue tan idiota de no darse cuenta de que el chico estaba tan mal?, bueno, si se dio cuenta, pero nuevamente entraba en conflicto su ridículo historial familiar, pero ahora era diferente, muy diferente.

-¿Aún no hay razón de Yunho? -preguntó Jiheon sentándose a su lado con su uniforme y bata de doctora.

Mingi había decidido llamarla nuevamente y la fémina decidió hacerle compañía mientras esperaba el inicio de su turno y en caso de que cierta pareja llegase a buscar información del castaño pudiera ayudarlo a que no lo saquen a patadas.

-No, aún no hay nada y ya me está desesperando.

-Cálmate y baja tu estrés, recuerda que debes empezar a gestionarlas de alguna manera, ten, traje algo de té de la cafetería, hace frío y te ayudara a tranquilizarte.

El pelinegro solo suspiró tomando el vasito de papel dando un pequeño sorbo al humeante líquido, la paciencia era lo que menos tenía, era ridículo e incluso decía para sus adentros que no tenía sentido tanta demora en darle razón sobre el chico; pero debía ser obvio, un accidente y sus daños no van a reflejarse en menos de una hora, toma bastante tiempo y además Yunho no era el único paciente del hospital.

-Siento que todo esto es mi culpa.

-En parte lo es. -Mingi frunció el ceño hacia su compañera, la cual suspiro. -nada de esto estaría pasando si hubieras caído en cuenta de tus errores Mingi, te lo dije una y otra vez, pero eres tan terco que no escuchas.

-Gracias por tu apoyo, en serio es de gran ayuda. - mencionó de forma claramente sarcástica.

-Sabes que tengo razón, pero ahora no puedes remediarlo, no puedes viajar al pasado para volver a empezar, pero ahora puedes hacerlo, ya diste un primer paso, el cual es ir a terapia, ahora todo depende que sigas así y no dar un paso atrás, pero recuerda que posiblemente Yunho no volverá contigo.

Su expresión molesta paso a ser una ahora algo deprimida, había perdido posiblemente a la única persona que lo amaba y él solamente lo utilizó como un pañuelo viejo y sucio.

Las puertas de la entrada fueron abiertas dejando ver a cierta pareja, por lo cual el pelinegro gruño por lo bajo cuando empezaron a acercarse a él, Seonghwa parecía tranquilo, mientras que Hongjoong casi que podía matarlo con la mirada de ser posible.

-Te dije que no te quería aquí Song.

-Y yo te dije que me importaba una mierda tu opinión, no pudiste cuidarlo Kim, acéptalo y deja de ser tan molesto, esto ya no se trata de mí, se trata del estado de Yunho.

-¿Y a ti desde cuando te importa tanto su estado?, hace unas semanas lo trabas como un simple sirviente y ahora vienes a hacer el papel de esposo preocupado.

Second chance  «Yungi»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora