07

53 9 1
                                    

¿Alguna vez has pensado en las repercusiones que pueden ocurrir al cometer una inocente acción? Algunas cosas creemos que son mínimas desde nuestra perspectiva: algunas salen bien y nunca salen a la luz, otras permanecen bajo la sombra, que puede o no ser vista. A veces creemos que hacemos el bien cuando en realidad es lo contrario; otras, el resultado es distinto, y al reflexionar nos damos cuenta de que terminamos haciendo un bien que era el camino correcto desde el principio.

¿Pero qué pasaría si esas acciones estuvieran basadas en la mentira? Mentiras blancas, mentiras que nos sacan de momentos que no queremos presenciar, mentiras que pueden herir y lastimar incluso si no queremos que eso pase. El egoísmo humano es una de las trampas más comunes que existen. Pensar en nosotros no está mal, ¿pero qué pasa cuando sobrepasamos a los demás? ¿Sigue siendo correcto incluso cuando sabemos que es erróneo? No hay una respuesta fija, pero cierto pelinegro quería encontrarla.

Después de aquella madrugada, pensó que Seonghwa había regresado a su casa, su nidito de amor al que ambos estaban acostumbrados. Pero la fría soledad lo abrazó como bienvenida. Fue entonces cuando entendió que algo efectivamente estaba mal entre ambos, y no era para menos, ya que su estupidez de hace unos años había salido a la luz por culpa de Mingi. Porque sí, para Hongjoong, el culpable de todas sus desgracias tenía nombre propio: Song Mingi.

Pero ahora también traía consigo a Yunho, aquel castaño que fue el primer amor del pelinegro. En esa época, Hongjoong tenía el cabello blanquecino. Aún recordaba cómo empezó a enamorarse de Yunho: su personalidad, su amabilidad, eran tan puras y transparentes que era imposible no caer por él. Además, su pasión por su carrera había encendido una chispa en el pecho de Hongjoong... esa misma chispa que siguió creciendo incluso cuando comenzó su historia con Seonghwa.

¿Por qué decidió estar con el pelirosa si era consciente de que le gustaba otra persona? Simple: en ese entonces, Mingi comenzó a enamorar a Yunho al mismo tiempo que Seonghwa empezó a conquistarlo a él. Hongjoong decidió ceder al chico pensando que era una buena idea para intentar olvidar a Yunho. Sin embargo, siguió como un perro faldero tras él, cumpliendo cada uno de sus caprichos y mintiéndole de paso a su pareja, dejándolo solo en eventos donde necesitaba apoyo.

Para Hongjoong, eran mentirillas blancas, aparentemente inocentes. Pero ahora, años después, en medio de su solitaria habitación, caía en cuenta de que no era así. Dejó solo a Seonghwa, arruinó las cosas, y entre ellas, la confianza.

Jamás debió haberle confiado a Yunho sus secretos.

Jamás debió haber provocado a Mingi.

Y, lo más importante, jamás debió mentirle al que ahora era el amor de su vida: aquel pelirosa amante de los legos, los animales y el *Animal Crossing*, aquel caramelito tan dulce que podía empalagar. Pero, en el caso de Hongjoong, podía soportar toda esa dulzura, porque no era cualquier cosa, era el amor más puro que había sentido.

Ese amor que ahora disfrutaba Jiheon. Solo pensarlo le hervía la sangre. Aún recordaba cómo Mingi le sacó en cara que aquella chica estuvo enamorada de Seonghwa, pero él jamás cedió porque estaba con Hongjoong. Mientras tanto, él mentía y engañaba. Muy inteligente fue su yo del pasado.

Después de un año de relación con Seonghwa, decidió centrarse en él, siendo su soporte en muchas ocasiones. Con el tiempo, quedó encantado por sus detalles, su personalidad, sus encantos, y lo más importante de todo: su sonrisa y su amor tan puro que parecía casi irreal. Ahora se arrepentía tanto de todo lo que hizo por estar tras una persona cuya vida estaba hecha en otro lado.

Intentó llamar a Seonghwa para solucionar las cosas, pero sus llamadas fueron rechazadas hasta que finalmente ni siquiera entraban, lo que le dio a entender que había apagado su teléfono o lo había bloqueado. Aun así, no estaba tranquilo sabiendo que Seonghwa estaba con Jiheon. Desde la perspectiva de Hongjoong, ella era igual de manipuladora y peligrosa que Mingi, y seguramente ahora le estaba lavando el cerebro para que no volviera con él.

Second chance  «Yungi»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora