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Enero termino y Febrero comenzó sin llamadas ni mensajes de Max, lo extrañaba tanto.
Estábamos en Los Cabos, Andrea, Lando, Charles y yo, habían llegado de visita a México para saber cómo estaba y me trajeron aquí.
Ahora sentada cerca de la playa y mirando al horizonte los recuerdos de ese día en España vienen a mi mente
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-Azul, me voy- volteo a ver a Max que tiene una bolsa de viaje en su hombro
-¿Trabajo cariño?
-No, de regreso a Mónaco
-¿A Mónaco?
-Si- jala unos mechones de su cabello- He estado pensando y tiene razón la gente no somos buenos el uno para el otro.
-Max...-susurro
-Y esta cosa entre nosotros tiene que parar- su mirada se desvía de mi- Te quiero, pero no eres para mí.
-Max ¿De dónde viene esto?
-Quiero que entiendas que no soy un hombre completo-toma aire- He estado cambiando cosas de mi por ti y eso no puede continuar, necesito estar enfocado en ganar carreras por mi padre.
-No puedes seguir viviendo a las órdenes de tu padre Max
-Esa no es tu decisión.
-¡No es mi decisión, entiendo!- me acercó a él- Pero esto te está haciendo infeliz
-No lo sabes
-Nos hemos estado viendo por meses, así que te conozco
-¡No me conoces!- se aleja de mi-¡Entiende, no me puedes arreglar!
-No intento arreglarte, solo quiero ayudarte-tomo su mano- ¡Por qué te amo!
-No puedes amarme-sus ojos se llenan de lágrimas- No tengo nada que ofrecerte Tink
-A ti
-No puedo-se aleja de mi- ¿Y si cometo los mismos errores que mi padre, como dice la genta ahí afuera?
