Capitulo 32 - Boda

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11 Enero 2026

Hoy es el día que estaré uniendo mi vida ante Dios con Max, él y yo habíamos decidido casarnos en México por lo que ahora me encontraba en la casa de mis padres mientras él estaba en mi departamento que pronto seria vendido.

Estoy saliendo de bañarme cuando mamá entra a mi antiguo cuarto.

-¿Emocionada cariño?

-Sí, me hubiera gustado que papá estuviera hoy con nosotras.

-A mí también cariño-se sienta en la cama y golpea a su lado para que me siente junto a ella- Pero siempre estaré cuidándonos desde donde esta.

-Lo sé- asiento

-Quiero hacerte un regalo especial nena-te entrega una caja color rojo-Estos son los primeros aretes que tu padre me obsequio y los puedas llevar hoy.

-Claro que si-observo las pequeñas perlas-Son hermosos

-También encontré esto en sus cosas hace un par de días-me entrega un sobre-Es una carta para ti-besa mi frente-Te voy a dar un poco de intimidad para que la puedas leer.

-Gracias mamá, te amo.

-Yo también te amo cariño, me alegro que hayas encontrado al amor de tu vida-sale por la puerta.

Veo el sobre y sonrió:

"Para mi pequeño Diablillo en su boda"

"Mi preciosa niña;

Hoy estas cumpliendo 15 años, el tiempo paso tan rápido pronto me estarán diciendo suegro y en un parpadeo más te estarás casando, así que decidí escribir esta carta porque aún no sabemos lo que la vida nos depare y si podre estar el día de tu boda contigo, pero esta carta llegara a tus manos ya sea por mi o porque alguien más te la entrego.

La primera vez que te vi en los brazos de tu madre supe que había sido afortunado, cuando me dijiste por primera vez papá llore como un bebe tu madre lo puede confirmar y cuando diste tus primeros pasos estuve allí porque tenía miedo de que te lastimaras y sigo estando allí en cada paso que has dado mi niña, alentando todos tus sueños y esperándote con un abrazo cada vez que algo no sea lo que tu esperabas.

Soy un hombre afortunado diablillo al tener a tu madre y a ustedes en mi vida, así que tengo fe en que hayas encontrado el amor, tú y María fueron creadas de un amor fuerte, un amor que cultivamos y compartimos tu madre y yo, el cual espero que mis niñas estén cosechando con los hombres de su vida.

Sé que tuviste que pasar por algunos corazones rotos y algunas caídas para estar hoy aquí a punto de casarte con el amor de tu vida, pero todo abra valido la pena nena, porque sé que serás la razón por la que sonreirá y se alegre de tenerte es su vida todos los días. Y tú sostendrás su mano fuertemente en los momentos buenos y malos. Eso es amor mi niña.

Espero ser quien te lea esta carta, pero en caso de que no lo haga quiero que recuerdes que estaré allí en espíritu al lado tuyo cuando camines por el pasillo de la iglesia, estaré sosteniendo tu mano hasta llegar con el amor de tu vida.

Nunca olvides que te amo.

Con amor, tu papá"

-Te amo papá-susurro limpiando mis lágrimas. 

 

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