Estamos regresando a su departamento después de dejar a María y a su mamá en su casa, verla hace un momento caer de rodillas al ver como enterraban a su padre me rompió el corazón, sufría la perdida como ella, había conocido a su padre el año pasado y era un gran ser humano y excelente padre, tan cariñoso con sus hijas y esposa. En navidad había hablado conmigo y en Bélgica me había colado en una videollamada que había tenido con Azul, donde habíamos quedado de reunirnos en México, pero la vida tenía preparada otra cosa.
Detengo el auto en un semáforo en rojo y volteo a verla, sus ojos están cerrados y lágrimas siguen cayendo.
-Hey Tink, estoy aquí-toco su mejilla.
-Gracias Max-abre brevemente sus ojos-Por estar conmigo.
-Siempre nena-la beso brevemente-Siempre
El semáforo vuelve a ponerse en verde y conduzco nuevamente. Al entrar al estacionamiento veo que se ha quedado dormida, así que la llevo en brazos hasta el departamento, la ayudo a cambiarse y la meto en la cama.
Me doy una ducha rápida y regreso con ella.
Despierto al escuchar sus sollozos, aún se encuentra dormida pero las lágrimas caes y empieza a murmurar frases.
-Cariño-beso sus ojos y los abre sobresaltada-Soy yo Tink
-Ya no estará más-me abraza fuerte-¿Qué voy a hacer sin él?
-Se que es difícil cariño-beso su frente-Pero él no querría verte así.
-Lo sé, sé que quería verme fuerte y sonriendo-me besa-Te amo, si no estuvieras aquí estaría perdida.
-Yo también te amo Tink y voy a estar aquí sosteniendo tu mano lo que resta de nuestras vidas.
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Pov'Azul
Después de bañarme arrastro mi cuerpo por el pasillo hasta la cocina, al llegar sonrío al ver a Max. Algo huele bien, camino hasta él y envuelvo mis brazos alrededor de su cintura. Dejo salir un suspiro de alivio y levanta una de mis manos para besarla.
