Entre a la oficina del jefe sin tocar y encontré una escena ... comprometedora, bueno, al menos de parte de su secretaria.
Mi jefe estaba sentado en su silla frente al escritorio notablemente irritado y su secretaria prácticamente le estaba mostrando sus pechos, "intentando mostrarle algo en la pantalla del computador".
- Lamento interrumpir. - comente.
Su secretaria se separo de inmediato y me miro un poco avergonzada.
-Siga por favor. -pidió mi jefe. -Usted retírese. - miro severamente a su secretaria.
Cuando esta obedeció, me senté frente al escritorio.
Antes de poder preguntar qué necesitaba, él me interrumpió.
- Nunca me meto en la vestimenta de mis empleados, pero hoy ...
- Es que me manche en la réunion que tuve hoy con Lukas, es lo único que conseguí. - le explique.
La verdad no había pensado en ello, menos mal no tenia reunión con algún cliente.
Él pareció relajarse un poco.
-Bien, ahora entiendo mejor. - pauso y pude ver qué estaba pensando en lo que iba a decir. - Quiero preguntarle algo.
-Adelante.
- ¿Usted se considera buena juzgando a las personas? - pregunto.
Lo mire extrañada.
- ¿A qué se refiere?- pregunte.
- Lo que acaba de ver, ¿qué le pareció?- pregunto directamente.
Pensé en nuestra ultima conversación en la oficina.
- La ultima vez que tuvimos una conversación aquí fui muy honesta, ¿puedo serlo hoy también sin ninguna represalia? - pregunte.
Él asintió.
- Usted parecía vítima de acoso y ella ... muy enfocada en llamar su atención a toda costa. - simplifique.
Él sonrió abiertamente.
- Bueno, al menos no es ciega. -susurro.
No le entendi.
-¿Qué? No escuche. -le dije.
- Nada, fue algo al aire. -suspiro. -¿Qué cree que debía hacer con ella? - pregunto.
-Si quiere un consejo, no creo ser la mejor persona para ello. - le dije.
-¿Por qué? - pregunto.
-Soy de las personas que toma acciones, a veces impulsivamente. Usted es más razonable y no creo que sea bueno que haga las niñerías que hago cuando quiero cobrar venganza.
El rio.
-Si, me entere de la "despedida" de sus ex colegas.
Ahora yo me reí, estaba orgullosa de eso.
- Algo así le recomendaría y no dejaría una buena imagen de usted. -comente.
- ¿Algo así como ponerle superpegamento en su puesto para que trabaje donde debe y no donde no la han llamado?- pregunto algo frustrado.
Me reí un poco. Era buena idea, algo sosa, pero efectiva para esa mujer.
-Estas loco. - Me reí un poco.
Era buena idea, algo sosa, pero efectiva para esa mujer.
-¿Me tuteaste?- me pregunto con la ceja levantada.
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Virgen a los treinta
RomanceDifícil de creer, ¿no? Quién podría creer que una mujer pudiera ser virgen a los treinta años, siendo considerada por la sociedad como alguien hermosa y que debe tener al mundo a sus pies. La verdad ella a no le importaba, no solía preocuparse por...