Virgen a los treinta

Capítulo 16

Tenia una sensación extraña. Mi cuerpo se sentía pesado, como si un tractor me hubiera pasado por encima varias veces y no me podía mover. Básicamente fue lo que paso, pero emocionalmente. 

Me estire hasta que escuche cómo crujía mi espalda y lentamente abrí mis ojos.  Por la luz que entraba en el cuarto, sabia que estaba el día soleado y puede que se mantuviera así. 

Mire a mi lado esperando ver a a Alejandro durmiendo profundamente, ya que cuando éramos niños solía tener problemas con levantarse temprano, pero para mi sorpresa estaba hasta tendida la cama como si nadie hubiera dormido allí. 

Extrañada, me senté en la cama mirando a mi alrededor buscando algún indicio de que Alejandro hubiera pasado la noche conmigo y no haya sido un sueño, sin embargo todo estaba en orden. 

Cuando estaba a punto de entrar en pánico, escuche un estruendo fuera de mi habitación. 

Me levante de inmediato y salí corriendo hacia la cocina, esperando que sea lo que sea fuera mi hermano. 

En el camino pude ver a mi nonita tratando de no reírse por algo que estaba viendo en la cocina. 

-¿Qué paso?- pregunte, llegando a su lado. 

Ella señalo algo en la cocina y soltó una risa. 

-Los dos son un desastre en la cocina. - apenas le entendí. 

Voltee a mirar lo que señalaba y vi a mi hermano tratando de recoger con sus manos, lo que pensaba que era harina esparcida en el suelo.

- Lo siento, Rosita me asusto y la herida de crepes salió volando. - Explico apenado. 

Negué con la cabeza hacia mi nonita, quien se encogió de hombros todavía sonriendo con burla.  Me dirigí al pequeño cuarto de lavandería para tomar la aspiradora y sé la alcance. 

- Con esto es mejor y es más rápido. -dije y él me miro un poco asombrado. 

- Enana, a penas y se que es. - Dijo con un poco de pena. - La he visto por la tv, pero no sé cómo funciona. 

- No tiene ciencia, -intervino mi nonita y me la rapo de las manos. - La tomas así y solo cuando necesites aspirar, das click aquí y ya lo tienes. -Dijo todo eso mientras le ayudaba a aspirar. 

Mi hermano la miro con atención y luego estiro su mano hacia ella. 

- ¿Puedo hacerlo? - Señalo lo que quedaba. -Me siento apenado, es mi desorden. 

Ella le paso la maquina y Alejandro con mucho cuidado, empezó a aspirar. 

- Pensé que era pura publicidad, pero realmente es practica y fácil de usar. - Comento riendo. 

- Es una de la cuentas de la agencia, así que cuidado con decir lo contrario. -Le advertí. 

El volteo a verme sorprendido. 

- Hablando de eso, - mire mi celular y efectivamente había un mensaje del jefe en mi bandeja de notificaciones. -Elijah quedo de venir esta tarde, así que pon tus celos de hermanos de un lado y piensa que el va a ser tu jefe en unas horas. 

El cambio de expresión, parecía un poco preocupado y ... decepcionado. 

- ¿Crees que realmente pueda trabajar allí? - miro al piso. -No tengo estudios y no quiero ser un estorbo. 

Mi corazón dolió por verlo así. 

- No te preocupes por eso, en la agencia hay bastantes áreas y pude que haya algo que se ajuste a ti. -Me acerque y apoye mi mano en su hombro. -También, si quieres estudiar puedes hacerlo. Yo te puedo ayudar o también, si Elijah te permite trabajar en la agencia, puedes hacer cursos de capacitación en lo que quieras.