2.Susurros bajo la Luna

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El aire fresco de la noche envolvía el jardín de la mansión Coughlan, donde los sonidos de la fiesta se escuchaban a lo lejos, pero apenas perturbaban la serenidad del lugar. Las rosas florecían bajo la luz plateada de la luna, sus pétalos acariciados por la suave brisa.

Nicola se paseaba por el jardín,buscando un momento de soledad tras la intensidad del baile. Sus pensamientos seguían girando en torno a Lord Luke Newton. Había algo en él, en su mirada, que la había inquietado y fascinado a la vez.

-Lady Nicola, ¿os encontráis bien? -La voz profunda de Luke la hizo girar con rapidez.

No lo había oído acercarse.

-Lord Newton, -respondió ella, recuperando la compostura-. Sí, solo necesitaba un poco de aire.

Luke la observó por un momento,como si estuviera sopesando sus palabras. Luego, con un gesto de invitación, señaló un sendero rodeado de setos.

-Este jardín es conocido por sus rincones ocultos. Quizás os interese descubrirlos conmigo.

Nicola dudó un instante, pero finalmente asintió. Juntos, caminaron por el sendero, sus pasos resonaban en la grava. A medida que se alejaban de la casa, la conversación se volvió más íntima. Hablaron de sus pasiones, sus anhelos, y poco a poco, de sus secretos. Nicola se sorprendió de lo fácil que le resultaba abrirse con Luke, alguien a quien apenas conocía, pero que parecía entenderla mejor que nadie.

El tiempo pareció detenerse cuando llegaron a un rincón apartado del jardín, donde un banco de piedra estaba cubierto por enredaderas. La luna iluminaba el lugar con un resplandor suave, creando una atmósfera casi mágica.

-Aquí es donde suelo venir cuando necesito escapar de todo, -confesó Luke, tomando asiento en el banco e invitándola a hacer lo mismo.

Nicola se sentó a su lado,sintiendo cómo la distancia entre ellos se reducía no solo físicamente, sino también emocionalmente. Sus miradas se cruzaron, y el silencio que los envolvió estaba cargado de promesas no dichas.

De repente, Luke se inclinó hacia ella,rozando sus labios con los de Nicola en un beso suave, pero lleno de pasión contenida. Nicola sintió cómo su corazón se aceleraba, su cuerpo respondiendo a la calidez del contacto. No había nada más en ese momento, solo ellos dos y la intensidad del deseo compartido.

Cuando se separaron, ambos supieron que algo había cambiado.No era solo una atracción superficial; algo más profundo los estaba uniendo. Sin decir una palabra más, continuaron su paseo, dejando que el silencio hablara por ellos.

Entre secretos y susurros Donde viven las historias. Descúbrelo ahora