𝐅𝐫𝐢𝐞𝐧𝐝𝐬 [ᴋᴏᴏᴋᴍɪɴ]

♥Capitulo 05♥

—Así que Soohyun, ¿eh?

De repente, tu voz atravesó el silencio, sobresaltándome y haciendo que casi lanzara un puñetazo por sorpresa. Te encontrabas recostado contra la puerta de mi apartamento, bloqueando mi acceso con aquella presencia imponente.

Luego de haber terminado en la casa de Soohyun, nos quedamos mirando una película animada y comimos algo de pizza, distrayendo mis pensamientos de cualquier cosa negativa o en específico, de cualquier cosa que tuviera que ver contigo, Jimin. La pasé muy bien con ella, pintamos, cantamos, hablamos...

Hace mucho que no me sentía así.

Inconscientemente, retrocedí un paso, aún procesando tu inesperada llegada. Podía sentir cómo la tensión se apoderaba del pequeño espacio, tu iracunda mirada atravesando mis ojos sin compasión.

¿Qué demonios hacías aquí, cuando eran casi las 2 de la mañana? ¿No deberías estar con tus amigos? ¿Con algún ligue? ¿Con alguna distracción que te ayudara a olvidar en la mierda de persona que te has convertido?

—¿Creiste que no me enteraría? — te reiste sarcásticamente, cruzado de brazos y manteniendo aquella intensa mirada sobre mí. El tono de voz era cortante, lleno de una rabia apenas contenida.

Trataba de mantener la calma, pero sentía como mi respiración se agitaba bajo la pesada tensión que se cernía entre nosotros. Entendía que estabas un poco tomado y rabioso porque no asistí a la estúpida reunión que tenías con tus amigos, pero... ¿Por qué aparecerte a esta hora en mi casa? Me hacías pensar en que tal vez, tú...

En que tal vez estés celoso.

Esperabas una respuesta, pero en ese momento, las palabras parecían haberse fugado de mi mente sin encontrar nada para contestar.

Me estaba ilusionando, otra vez.

Intenté avanzar hacia la puerta, dispuesto a abrirme paso para entrar en mi apartamento, pero no me lo permitiste. Con un gesto posesivo, me agarraste del brazo y me volteaste, empujandome contra la puerta de mi apartamento. Con una de tus manos, tomaste mi barbilla, obligándome a mantener nuestras miradas conectadas, causando en mi cuerpo una ola de nervios.

—No creo que vayas a ir a ninguna parte. —tu voz salió como un siseo, llena de tensión y un rastro evidente de enojo.

—Sueltáme, Jimin. Apestas a alcohol. —protesté, pero no me dejaste continuar. Te inclinaste hacia a mi, el aliento impregnado de alcohol me golpeó.

—¿Te la follaste?

La pregunta me cogió desprevenido, y el aliento de alcohol que emanabas solo añadía más tensión al aire.

—¿Qué importa si lo hice o no?—continué, tratando de mantener una indolencia que no reflejaba lo rápido que latía mi corazón—. No es asunto tuyo.

Ni siquiera pestañaste ante mi respuesta, en su lugar, su agarre en mi brazo se apretó aún más. Me observó por unos momentos, sus ojos destellando con una mezcla de ira y algo más.

— ¿No es asunto mío? —repitió con un suspiro, sus labios curvándose en una sonrisa sarcástica—. Todo lo que haces es asunto mío, Jungkook—afirmó, cada palabra cargada de tensión.

El corazón me latía con fuerza en el pecho, pero mantuve la fachada de indiferencia. Te mantuviste cerca, invadiendo mi espacio personal. Aquella mano seguía agarrando mi brazo con firmeza, mientras que la otra mantenía mi barbilla alzada, obligándome a mantener el contacto visual.

Lo hacías porque me conocías. Sabias que no podía mentirte a los ojos, me conocías tan bien que dolía.

—Te hice una pregunta —comenzaste, su voz era baja, pero llena de una autoridad que no permitía discusión. — Y espero una respuesta—la sonrisa se volvió más afilada, y soltó mi brazo para luego colocar ambas manos al lado de mi cabeza, acorralándome contra la puerta. La proximidad era abrumadora, y podía sentir tu aliento contra mi rostro — Así que... —susurraste con la voz llena de tensión contenida — ... ¿Te la follaste sí o no?