Regalos.

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Ni siquiera dos horas de teoría me dejaron doliendo el cerebro tanto como la explicación de Batgirl. Aunque debo admitir que fue entretenido. Me despido de mis compañeros y tomo el autobús para ir a la biblioteca.

Allí puedo encontrar el libro, lo estuve buscando por internet y otros lugares, pero es tan popular que está agotado. Sé que la biblioteca compra varias ediciones para tener de respaldo, cuando no las usan, las venden al público.

Al bajar admiro el gran edificio, ahora modernizado. Hace años estuvo clausurado porque no había fondos para mantenerlo. Pero lo primero que hizo Bruce Wayne fue arreglarlo. Hay gente que le molesta que haga todas estas mejoras públicas.

Dicen que es para alzar su ego y demostrar que la familia Wayne aún tiene poder. La verdad prefiero que gaste dinero, y tome todas las fotos que quiera, en ayudar a los demás. No en comprarle bolsos y joyas a una modelo con más operaciones que examen de matemáticas.

Entro al lugar y busco con la mirada la recepción. No tardo en encontrarla, por lo que camino hasta allá y soy atendido por una señora ya algo mayor.

-- Buenos días. -- saludo y ella responde de la misma forma. -- Estoy buscando un libro, salió hace poco y no lo encuentro en otra librería. --

-- Oh, déjame llamar a la joven. Ella sabe más de estas cosas. -- asiento y camina, a paso tortuga, hasta la puerta tras de sí. -- Barbara, corazón, ¿puedes venir? -- 

Segundos después sale una joven, cabello rojo, ojos verdes y muy linda. -- B-Buenas. -- lo admito, le tengo miedo a las mujeres menores a los sesenta años.

-- Hola, ¿en qué puedo ayudarte? -- me da una deslumbrante sonrisa y carraspeo un poco antes de hablar.

-- Estoy buscando este libro. -- le enseño el teléfono. -- No lo encuentro en ninguna otra librería y una..... Amiga, tiene mucha ilusión de leerlo. -- asiente y teclea en la computadora.

-- Tienes suerte, queda el último ejemplar. -- suspiro aliviado, la verdad sí quería llevarle ese regalo.

-- Gracias al cielo, aquí tiene. -- le paso el efectivo y ella continua con la compra. Cuando está todo listo, se agacha y saca el libro de unos de los estantes bajo el mostrador.

-- Espero que lo disfrute. -- me extiende el libro y lo tomo para guardarlo en la mochila.

-- Gracias por ser tan atenta. -- por favor cerebro, es solo es una chica linda.

-- Gracias a ti por cumplir las ilusiones de los demás. -- río de manera nerviosa.

-- Hago lo que puedo. -- aun no quita esa sonrisa de su rostro. Se me olvido... ¿De que hablábamos? -- Nos estamos conociendo y trato de hacerla sentir cómoda. --

¿Por qué le estoy contando esto? Debería tener más contacto femenino. -- Pues escuchándola ya estás haciendo un gran avance. --  

-- Gracias.... Por el consejo y el libro. -- momento de irnos antes de cagarla más. -- Tú sigue siendo buena persona. --

-- Okey Doky. -- la miro por unos segundos.... Esas palabras me suenan. No le doy más importancia y termino saliendo del lugar.

Eso fue difícil, tengo dos preguntas en este momento. La primera, ¿cómo hablo tan cómodamente con Batgirl? La segunda, ¿dónde están todas las chicas que mamá decía que iban a estar detrás de mí?

Bueno en realidad si hay una que está detrás de mí..... Nancy, la cobradora del banco. ¿Contará? Yo digo que sí.







Barbará sonríe mientras termina de acomodar unos libros. En eso llega Beth, la anciana bibliotecaria. 

-- Cariño. -- la joven voltea a verla. -- ¿No estabas guardando ese libro para ti? --

-- No podía arruinarle la ilusión al pobre. Estaba muy emocionado por darle ese libro a su amiga. -- 

-- Solo dos tipos de hombres hacen ese tipo de cosas. Los gays o los que están enamorados, y él no tiene pinta de lo primero. -- aguanta una risa ante eso.  

-- Es solo cariño entre amigos. -- no la ve como nada más, ¿verdad?

-- Eso decía sobre mi esposo. -- suspira al recordarlo. -- También caminó toda Gotham para buscarme un libro. --

-- ¿Lo encontró? -- la anciana le sonríe.

-- No. -- la joven se desilusiona. -- Pero si encontró mi amor eterno. -- la mujer se despide, dejando a Barbara pensativa. 

Conociéndote.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora