CAPITULO 1: INTIMIDANTE E INALCANZABLE

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Podría decirse que esta sería la típica historia de amor de un chico cuya pasión por la música, los negocios, la tecnología, la mente humana y los números se ve perfecta delante de las demás personas: alto, ojos oscuros, piel clara, atlético, profesional, pero tiene un secreto

Ella no sabe quién es él, pero él sí sabe quién es ella. En su aire de misterio y sensualidad, la envuelve tan solo por un vídeo, por algo que él hizo sin pensar en ningún momento en ella. Sin embargo, ella sí pensaba en él desde que lo vio allí, sin rostro, solo en un vídeo que mostraba su poder transmitido y su dominio, queriendo ser dominada por él en silencio.

El problema es que ella no tenía rostro para saber de él: para saber qué edad tenía, para saber el tono de sus ojos, ni el tono de su voz real. No tenía cómo compararlo físicamente con nadie, aunque se veía atleta. Solo sabía el color de su piel, porque en sus vídeos solo asomaban sus manos, usaba máscara y la ponía a temblar con solo imaginarse de frente a el, sometiéndola como ella solo anhelaba. El problema es que no sabía si él la pensaba y la deseaba tanto como ella a él.

No es la típica historia de amor, donde él se comporta como el típico héroe de su historia; sí, es un héroe, pero quizás de otras historias. La dicha de los que podían verle de frente, ella la anhelaba, solo que no sabía si algún día podría estar con él. Él, con su aire de misterio, logró hacer que, a través de un vídeo que no tenía nada que ver con ella, ella vibrara, se humedeciera y deseara cada roce de sus labios y de su piel sobre ella. Anhelaba que las cosas fueran distintas, deseaba que realmente pudiera tenerlo de frente, no solo por un momento, sino por el resto de su vida, y vivir a su lado, ser sometida por él cada noche hasta su último aliento; cuando sus corazones se entrelazaban en un mismo latir y ritmo. Despertar cada día a su lado, sin miedo a nadie, y dormir confiando en que al despertar la hará suya, como cada vez que desde aquel vídeo lo deseó.

Esta historia comienza así...

- No puede ser. ¡Dios mío! ¿Cómo es posible que, por primera vez, un hombre me haga sentir y poner tan húmeda con tan solo ese gesto? No puedo con él. Mira sus manos y la forma en la que su poder se transmite. No puedo creer que no esté diciendo nada sexual y yo parezca la típica puberta húmeda con las hormonas a mil por él, que ni siquiera lo conozco y tampoco sé quién es de frente. Puede ser cualquier loco, Dany, y tú aquí fantaseando con él, preguntándote si, así como emana ese poder teniéndolo de frente, te dominaría en todo sentido. Pero, ¡¡Ahhhh no puedo!! Me hizo temblar. Estoy temblando, ¿qué es esto? Es la primera vez que me pasa esto. Si él me ve, me demandaría por acosadora y depravada sexual, porque en serio lo deseo. Y si alguien me ve hablando sola en mi habitación, creerá que estoy loca...

La pobre Dany se debatía sola en su cuarto viendo un vídeo de él. Tanta era su impresión que no aguantó y lo siguió en las redes, al punto de que comentó los tres vídeos siguientes y empezó a ver sus otros vídeos. Con cada publicación que veía, ella solo pensaba en qué tiene este hombre que me puso a temblar de deseo.

- También pienso en lo inteligente que es. ¡¡Woaoooo!!, es esa gente que no solo te conquista con el físico, sino con su mente. Sabe llegar a las personas. ¿Por qué no lo había visto antes? ¿Qué tiene él que me cautivó totalmente? Ya, Dany, concéntrate, ¡¡¡Deja de fantasear con él. Cualquiera que te vea dirá que eres una loca!!!

Pasó la noche, su primera noche pensando en él. Llegó al punto en que su traicionero cerebro le jugó una mala pasada. En sus sueños lo vio, allí, delante de ella, en una habitación con decoraciones oscuras pero elegantes. Su propia habitación emanaba ese poder y ese dominio que a Dany le robaba el aliento. En sus sueños lo vio cómo llegaba hasta ella, con sus manos enfundadas en guantes negros, con ese misterio que le hacía temblar hasta el alma. Rodeándola en círculos, se le acercaba por detrás, colocándole una bufanda en lo pequeña, y harás todo, absolutamente todo lo que yo te diga. Haré de ti mi sumisa, mi mujer, mía solamente mía. Desde este momento no te quiero con ningún otro hombre que no sea yo, porque no sabrás de qué soy capaz de hacerle a él, y a ti te castigaré. Te he investigado, pequeña. Sé que tienes amigos y sé quién te desea y quién no. Entiendo el punto, tú eres una tentación andante, el fruto prohibido por no dejarte tocar por nadie. Pero hoy seré yo quien marque territorio en ti. Así que..."

Con un beso en su cuello, de la forma más sensual y con un tono de voz ronco, le siguió diciendo: - "Si alguno de ellos se atreve a tocar una sola partícula de tu cuerpo, o cualquier otro hombre te toca, me conocerán de la peor manera y sabrán que con lo mío nadie se mete."

Con la respiración entrecortada, Dany se despertó de una manera tan abrupta que ni ella se lo esperaba. ¿Qué estaba pasando por su cabeza que ella misma estaba reaccionando así? No puedo creer que había soñado con él, con su dominio en ella.

Cuando los pocos hombres que había logrado tocar su cuerpo no habían logrado someterla, y la única vez que lo hicieron le hicieron tanto daño que ella misma quebró su propia esencia y se prometió no volver a caer como lo hizo esa vez.

- Tengo que hablar con Víctor y con mi prima, no puedo con esto.

Y así tomó su teléfono y le escribió al único hombre que, sin pelos en la lengua y sin rastro morboso, podía tener una conversación fluida con él, y no pasaría nada, ya que Víctor, felizmente casado con una hermosísima mujer, no veía a Dany como presa sino como su hermanita. Así, tomó su teléfono después de una corta conversación, se vio yendo a la casa de su mejor amigo para ensayar y distraer su mente loca.

- Dany, dime algo, ¿Qué fue lo que te gustó del vídeo? O sea, no le veo relevancia más que si el carajo tiene un dominio fuerte y lo transmite. A ti, como que te gusta que te azoten, ¿es lo que es? Habla claro, mujer, porque que yo sepa, el vídeo no tiene nada de sexoso.

- Es que míralo, Vic. Es todo, es la forma en que se coloca los guantes, la forma en la que se coloca el reloj, la forma en la que se coloca la capucha, la forma en la que se sienta, el tono, aunque sé que ese no es su tono de voz. Todo, es todo. Míralo, me puso a temblar. Me tiene, no sé, es la primera vez que me pasa. Soñé con él, ¿sabes? Y en el sueño, él caminaba alrededor de mí, me vendaban los ojos y me hablaba al oído, diciéndome que yo era suya y...

Se vio interrumpida por las palabras de Víctor, burlándose de ella.

- Y te agarró su látigo y te azotó esas nalgas tuyas por violarlo sin él saberlo, porque te diré: pareces una loca de carretera, imaginándote a un tipo que ni siquiera sabe de tu existencia. Y de paso, ni siquiera puedes escuchar su voz, y no conforme con eso, capaz tenga un montón de mujeres a su alrededor y tú babeando por él.

- Y así es como tu mejor amigo te corta la inspiración de todo.

Hizo un mohín con la boca y su mirada fue a matar.

- Mejor vamos a ensayar, que quiero cantar la canción el sábado y necesito terminar rápido para irme a casa. Mañana tengo que ir a trabajar y no quiero trasnocharme. Marca el tempo, por favor...

- Uno, dos, tres y...

- Si te escribo canciones y versos, que canta te quiero no olvidó tus besos, y si me vuelvo un poema siento que no era pa mi

Y si te he escrito sonrisas en ella que tanto te cuesta que van tras de mi, si es un si tú mirar, rindete y dime que sí.

Yo quiero volar, yo quiero cantar, yo quiero reír no quiero llorar, Yo quiero volar, yo quiero cantar, yo quiero reír no quiero llorar, regalas cientos de te quieros, mientras tú diga que si, yo despierto el dolor y lo mando a volar por ahí...

-¡Ay, te quedó buenísima! ¿Vamos por otra? Así te olvidas de tu hombre... ¡Misterio por un rato más, porque sé que la cantaste pensando en él, y de paso te lo imaginaste con el látigo en la mano!

Víctor reía mientras decía esas cosas a Dany, que a pesar de reírse por las tonterías de su mejor amigo, se preguntaba si se había imaginado eso.

-No, ya es suficiente. Me voy a dormir, hablamos mañana, ¡te amo! Descansa. Dale un beso a Ed de mi parte.

Ellos, con un abrazo fuerte y un beso en sus cachetitos, se despidió de ella, sin antes decirle en tono burlón.

- Sueña con azotes, ¡pequeña!

Ella rodó los ojos y se fue con el pensamiento de que ella y su locura de desear tener a alguien que resultaba intimidantemente e inalcanzable se fijara en ella y llenara esa parte que siempre había anhelado en su corazón.

Tu... Mi Rame....Donde viven las historias. Descúbrelo ahora