¡Siempre funciona!

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Hades llevaba riendo a carcajadas casi tres minutos, pero el dolor que sentía en su abdomen era tan fuerte como si se hubiera ejercitado por dos horas seguidas.

En el sofá de enfrente, Mal no estaba tomando del todo bien su risa. No era que no le gustara escucharlo reír, de hecho eso era algo relativamente nuevo que le había visto hacer a su padre y quería disfrutarlo, pero tratándose de una burla por algo que ella había propuesto, realmente comenzaba a ser molesto.

-Malie- empezó a hablar aún con ligeras risas entre las frases- en serio adoro lo que sale de tu cabeza tan imaginativa, pero este tipo de bromas  son demasiado crueles incluso para ti.

-No dije ninguna broma, papá.

Hades paró de reír, modificando inmediatamente su expresión. Su mirada solía ser una mezcla de superioridad y aburrimiento, pero en esa ocasión Mal podía jurar que incluso sentía asco ante la idea.

-Entonces la respuesta es no. Olvídalo.

-No te estoy pidiendo nada difícil. Estoy segura de que funcionará. ¡Lo hace todo el tiempo!

- Oye, es admirable que quieras provocar el Apocalipsis antes de tiempo. Pero yo prefiero mantenerme alejado de este tema.

Mal sabía, por palabras de terceros, que en el Inframundo Hades solía ser un hombre de negociaciones y su palabra era tan valiosa como el contrato más específico. Así que apelando a los rumores, ella se irguió sobre su asiento y colocó las manos gentilmente sobre sus piernas.

-Bien, dime que quieres a cambio y hagamos un trato.

- ¡Oh! ahora estás hablando mi idioma. -rió esta vez sin burla.

- ¿Qué es lo que deseas?

- ¿Realmente?... ¡Qué dejes de molestarme con ese tema!

-¡Sólo hazlo!

- ¡Me niego!

Mal hizo un puchero, ambos tenían los brazos cruzados y una pierna sobre la otra. Sin que él lo buscara, ella había empezado una batalla de miradas. Su hija comenzó firme y con el ceño fruncido, pero cuando vio que no daba resultado, sacó su arma secreta: la cara de cachorro. A lo largo del tiempo, sólo Evie había logrado resistirse a esa expresión y sabía bien que su padre no se sumaría a la lista.

-Bien, quiero una guitarra eléctrica nueva.

-Yay - festejó suavemente- Espera, tú...¿tú tocas la guitarra?

- ¿Pensabas que tu lado artístico venía de tu madre? ¡Já!

-Está bien, está bien. Una guitarra eléctrica a tu elección. ¿Algo más?

-Sí. Cuando lo haga y demuestre que estás equivocada, quiero que convenzas a tu esposo de que deje de intentar llevarse bien conmigo.

-Y si yo estoy en lo correcto, harás algo que yo te pida.

-Eso ya es una doble petición, pero te lo concedo porque no resultará.

-Funcionará. Funciona todo el tiempo. Funcionó con los padres de Ben, con Rapunzel, con Blancanieves y con Aurora. Funcionará con mi mamá.

-Uff, si tu madre escuchara que la comparas con Aurora estarías encerrada en una torre por el resto de tu vida.

-Si... mejor no le digamos.

-Bien, Malie. Entonces, hagámoslo. ¿Dónde está?

Mal hizo una seña con el dedo indicando que esperara y salió de la habitación. Mientras Hades reposaba las piernas sobre la mesa de centro de ese lujoso cuarto una idea alarmante pasó por su cabeza. Si eso funcionaba -aunque no lo haría- él no estaría preparado para afrontar las consecuencias.

-Muy bien, aquí está -indicó Mal a su regreso.

-Si, ya siento la tortura venir

-No seas tan cruel.

Hades tronó su cuello y se enderezó para recibir de frente la mirada de un lagarto que reconoció inmediatamente como Maléfica. Él no había vuelto a verla desde la boda de su hija, pero si sus recuerdos no estaban equivocados, ella solía ser mucho más pequeña que lo que estaba viendo en ese momento.

-Te ves mejor que nunca, Maléfica. Ya sabes... menos loca.- Ella le sacó la lengua, saludándolo con lo que el dios pensó que era desprecio y él se soltó a reír nuevamente.

-¡Papá! - reclamó Mal - Dije que no fueras cruel.

-Y yo te lo he dicho mal, ella me odia y yo la odio. Esto será una pérdida de tiempo y tendré que lavarme los dientes tres veces.

-Si, si, ya sé que se odian. ¡Besa a la lagartija YA!

La nueva Reina de Auradon aproximó a su madre hacia Hades y éste sonrió de lado por unos segundos ante la orden y la actitud de su hija.

Realmente no quería hacerlo, pero Mal lucía tan ilusionada por esa idea que Evie le había metido en la cabeza, que no quería que se sintiera decepcionada cuando "el beso del verdadero amor" no funcionara para ellos.

-Bien, terminemos con esto rápido.

Hades tomó valor y preparó sus entrañas para soportar el asco que le daba tener que besar la piel de un lagarto. Cerró los ojos y colocó sus labios sobre la cabeza de Maléfica y luego la devolvió a Mal tan rápido como pudo.

Pasaron un par de segundos o tal vez tres antes de que el Señor del Inframundo sonriera victorioso.

-¿Lo ves? Nada pasó.

Pero si la vida daba lecciones, el no festejar antes de tiempo era una de ellas.

En cuestión de un parpadeo el cuerpo de Maléfica comenzó a cubrirse con una intensa luz que hizo reaccionar instintivamente a Hades jalando a Mal para protegerla cubriéndole la cabeza contra su pecho.

Cuando sintieron que todo peligro había pasado, ambos se quedaron estupefactos ante lo que vieron. Maléfica estaba en el piso en su forma humana, completamente desnuda y únicamente cubierta por un largo cabello negro que Hades no veía desde el nacimiento de su hija.

-No- me- jodas...

-¡Te lo dije! ¡El beso de amor verdadero siempre funciona!

Y mientras Mal corría a abrazar a su madre, Hades sólo pudo lamentarse por la guitarra que nunca llegaría. 

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heyyy!!!

Al fin me quitaré esa espina de hacer una historia larga con Mal incluída. 

Espero que a este libro le den tanto amor como a Historia de un amor agridulce :') <3  

Aquí sí me quiero dar el permiso de ser más ligera con las actitudes de los personajes pues en mi percepción, Hades y Maléfica adultos son mucho menos serios que sus partes adolescentes jaja. Espero divertirme mucho con esto, lo necesito. 

Nos estaremos leyendo!

Segundas oportunidades (Hades x Maléfica)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora