Presentación

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Antes de comenzar: Este capítulo es algo largo, y tiene referencias a algunas películas. Si las encuentran, les daré una galleta.  Me divertí y emocioné mucho escribiéndolo. Espero les guste también. 

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Maléfica despertó con un tremendo dolor de cabeza. Para su buena o mala suerte, tenía recuerdos dispersos de lo que había sucedido antes y después de su discusión con Hades.

Recordaba la forma en la que habían enfrentado a los Reyes perfectos, la noticia del heredero, el beso en el balcón, sus palabras diciendo "me gustas" y luego... y luego la imagen de sus manos intentando quitarle la camisa y el toque de Hades recorriendo sus piernas mientras le daba razones para irse.

Se regañó a sí misma por haber permitido que escapara, y peor, por no haber estado en condiciones de ir con él a felicitar a Mal. Pero a esas horas ya no había nada que pudiera hacer, pues ya había amanecido.

Entonces, tendría que despertar pronto y, tal vez, intentar corregir su actitud para-con Mal.

Cuando abrió los ojos lo primero que vio fue a Cruella y Grimhilde observarla de cerca, muy, muy de cerca, casi como si estuvieran asomándose a la cuna de un recién nacido para entrar a su campo de visión.

Ella, por supuesto se sobresaltó emitiendo un pequeño grito y lanzando golpes al aire que frenó casi inmediatamente al sentir una punzante presión en la cabeza.

-¿Sabes cuánto tiempo nos tomó a Evie y a mi confeccionar ese vestido para que te quedes dormida con él?- dijo Cruella con los brazos cruzados.

Maléfica sólo se quejó y luego comenzó a hablar arrastrando las palabras.

-Ustedes casi me matan de un infarto con sus horribles caras, estamos a mano. ¿Qué hacen aquí tan temprano?

El olor a alcohol que salió de su boca fue tan notorio que ambas villanas supusieron que ella había tomado de más y tenía resaca.

-¡VENIMOS A VERTE! -Gritaron al unísono y a propósito antes de echarse a reír.

Maléfica se volteó y les arrojó una almohada que no le dio a ninguna.

-Si no se callan, las convertiré en lagartijas por el doble de tiempo de que lo fui yo.

-Cuando te pones así de amargada no es divertido- Dijo Cruella- Mal nos invitó a desayunar y nos comentó de la noticia.

-Oh, ser abuela va más con tu edad actual- rió Grimhilde

-No se de que hablas, soy casi una niña -reprochó Maléfica.

-La fiesta debió ser animada, ¿qué tanto tomaste ayer?

- No recuerdo. Pero la cabeza me explota y ustedes no se callan

- Lo tengo cubierto

Grimhilde se levantó y acercó un carro de servicio que traía una campana cubreplatos con el desayuno y una tetera transparente con una infusión de plantas flotando en el interior. Sirvió el contenido en una fina taza de porcelana y se la ofreció a Maléfica ante su mirada de extrañeza.

-Te preparé esto, aunque no pensé que fueras a necesitarlo. Tómatelo y te sentirás mejor

-¿Cómo sé que no me convertiré en una bruja o me dormirás como a tu hijastra?

-Eres muy desconfiada.- Grimhilde rodó los ojos

-Bueno, no las traté muy bien la última vez. Quizá quieran vengarse

-Nunca nos tratas muy bien, de hecho- mencionó Cruella dirigiéndose hacia la ventana para observar hacia afuera.- Pero así te apreciamos

Las otras dos villanas entrecerraron los ojos ante la repentina muestra de afecto y luego, Maléfica prefirió volver a acomodarse en la cama abrazando la almohada.

Segundas oportunidades (Hades x Maléfica)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora