Beso

678 54 165
                                    

Antes de comenzar: Este capítulo es corto, pero tiene muchos diálogos.  Espero les guste o lloro

-----------------

Antes de su presentación, Hades y Maléfica se prometieron a sí mismos que intentarían comportarse por el bien de Mal. Sin embargo, no imaginaron cuán pronto su paciencia sería puesta a prueba.

Mal se había separado de ellos para saludar a parte de la nobleza con la cual ellos se rehusaron a convivir, por lo que ambos llevaban veinte minutos intentando mezclarse entre los asistentes y ya querían quemar el lugar.

Estaban acostumbrados a las miradas de miedo, odio y confusión. Las amaban. Pero a lo que no estaban acostumbrados, era a la amabilidad. Y en este tiempo, varios isleños se habían acercado a rendirle sus respetos a los padres de la Reina y sus felicitaciones a Maléfica por haber regresado.

Tanta gentileza y formalidad los estaba agotando, pero Maléfica tenía otra cosa taladrando su mente. Ella no podía dejar de repasarla forma en que toda su historia con Aurora se había vuelto en su contra.

Cuando Mal le contó que Audrey había estado a punto de morir por su travesura con el cetro, se sintió eufórica; cuando se enteró que le debían la vida a Hades, se sintió una vencedora en las sombras; pero cuando la misma Aurora le agradeció porque obtuvo su "felices para siempre" gracias a su hechizo de bautizo, todo se desmoronó.

El propósito de su hechizo era condenar al pueblo entero a la infelicidad, pero el resultado había sido justo lo contrario. Ahora no sólo tenían prosperidad, sino una heredera que además, tenía alianzas con Mal.

El ego de Hades tampoco estaba intacto. Gracias al agradecimiento público de Aurora, estaba siendo visto por algunos como un dios bondadoso y las cosas habían empeorado más cuando un par de niños, de aquellos que habían recibido a su hija con regalos, se acercaron curiosos de las leyendas que decían que el dios del inframundo podía controlar el fuego.

Hades, en un ataque de debilidad al imaginar a su futuro nieto, se había puesto a su tamaño y les había mostrado como sacaba fuego de su índice con un chasquido y eso, aunque en teoría podía ser considerado como un acto de presunción, en realidad parecía un favor.

En un rápido vistazo pudieron darse cuenta de algunos rostros conocidos. En el área de juegos, Clayton y Gastón estaban en medio de una competencia de dardos; mientras que Jay le enseñaba a Gil a jugar croquet; Grimhilde estaba reunida con Lady Tremaine muy cerca de la banda musical; mientras que Evie y Cruella atendían con elegancia a los reporteros de una revista de moda.

Ambos decidieron tomarse un descanso. Un par de bocadillos y algunas bebidas les caerían bien para continuar con los ánimos de aparentar que soportaban a tantas personas reunidas. Sin embargo a medio camino Hades se topó con alguien tan cobarde como bocafloja: Chad Charming, que muy a su estilo y envalentonado por estar rodeado de amigos, no se había quedado callado.

- No sabía que los villanos podían ser padres ejemplares - dijo cubriendo su boca con un vaso para disimular.

Hades escuchó la indirecta y se detuvo de golpe haciendo que Maléfica lo mirara con confusión. En cuanto el dios se presentó frente al heredero Charming, el grupo de amigos con los que él había estado riendo había desaparecido.

-Chad Charming- empezó Hades a forma de saludo- ¿Dónde están tus padres?

-No... no vinieron, Señor. -respondió, notablemente intimidado dándose cuenta de que se encontraba solo

-Ya veo. No sabía que los padres ejemplares podían olvidarse de sus hijos.

Chad sonrió de nervios, a punto de ir a buscar a Audrey para que lo salvara del incómodo momento que él mismo había buscado, pero pronto sintió a un par de personas llegando a sus espaldas como soporte emocional.

Segundas oportunidades (Hades x Maléfica)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora