Desde que se fueron formando las diferentes naciones entraron en guerra por la búsqueda de poder , querían expandir sus territorios a toda costa . Los dirigentes ciegos de avaricia arrasaban con sus oponentes sin importarles las miles de vidas inocentes que dejaban a su paso.
El reino de Lorath fue el más masacrado durante mucho tiempo a tal punto que solo existía en el rostro de sus habitantes desolación ,tristeza y la sombra de lo que algún día fueron.
Indignado con la situación de su pueblo el monarca Ernesto II Ravenna avanzó con determinación hacia el prohibido bosque de Makaira. Oculto para muchos habita en el un poder capaz de brindar seguridad a su reino . Trás una larga negociación al rey con lo que acababa de escuchar se le había helado la sangre , tragó en seco con el pedido de aquella criatura que lo mirada con ojos expectantes.
—No , definitivamente no puedo aceptar eso — titubeó torpemente Ernesto.
— ¿Me estás pidiendo que interfiera en algo que no me concierne y no obtendré nada a cambio? —preguntó con burla.
— Es que me pides una barbarie , además tendría que hacerse con mucho cuidado , si alguien se enterase no se que pasaría ..... — dijo apresurado el hombre , estaba nervioso algo muy poco característico de su personalidad.
— Piénsalo bien ¿Que será la vida de unos pocos cuando miles están en peligro? Vale la pena el sacrificio - Aconsejó la criatura como si de un viejo amigo se tratase.
El rey sin otro remedio y con el corazón desbocado por el terrible pacto qué acababa de realizar se encaminó a su hogar incapaz de hablar por el deshonroso pago qué debía realizar el y su generación. Así con el pasar de los años el reino próspero sin enterarse del peso que esto conllevaba. Un oscuro secreto se escondía en las paredes del palacio gracias a los planes de aquel ser del bosque que muy pacientemente esperaba el momento de ser liberado .
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Sendero de espinas
FantasyDe repente se vio sumida en las penumbras de la noche y sus piernas comenzaron a avanzar apresuradamente por inercia.Con cada paso que daba, sentía como sus pies eran perforados como si miles de agujas se clavaran en ellos. Miró al suelo y se percat...