Alma
Un dolor punzante me recorre la cabeza al abrir los ojos. La luz me ciega momentáneamente, y me lleva un tiempo enfocar la vista.
Estoy en una habitación completamente diferente a la anterior. Si bien mantiene el estilo antiguo del castillo, esta habitación es notablemente más lujosa. Las paredes están cubiertas de tapices desgastados pero elegantes, la cama es grande y cómoda, con sábanas de lino fino, y hay una bañera con intrincados detalles . Aunque el lugar es claramente antiguo, se respira un aire de opulencia decadente.
Con un mareo persistente y una avalancha de recuerdos , me incorporo lentamente, apoyándome en la cabecera de la cama. El dolor es intenso pero me acerco a la puerta, con la intención de salir, pero justo cuando mi mano toca el pomo me doy cuenta de que esta no cede , está cerrada . Dejo de intentarlo justo cuando escucho pasos lentos y pesados acercándose.
Agarro lo primero que veo : un florero que estaba sobre la mesita de noche. Lo sujeto con fuerza, lista para atacar .
La puerta se abre y el hombre aparece en el umbral. Su expresión es de disgusto, una mezcla de impaciencia y desaprobación. Me observa con una mirada fría, y antes de que pueda siquiera reaccionar, me deja en ridículo. Con un movimiento rápido y preciso, desarma mi ataque, quitándote el florero de las manos con una facilidad pasmosa. El jarrón cae al suelo, rompiéndose en dos pedazos .
— Es el segundo jarrón que rompes y solo llevas un día aquí — dice con una mueca de desdén mientras examina los pedazos de cerámica — A este paso vas a destruir toda mi decoración .
— Yo ... yo...— titubeo nerviosa mientras me mira con una ceja alzada esperando a que continúe — No fue mi intención, creí que era la sombra, simplemente me asusté.
— ¿ Realmente crees que ibas a lastimarlo con eso ? —dice con su voz llena de sarcasmo. — Pensé que serías más lista .
Siento como la sangre me sube a la cara. La vergüenza me quema. Pero él no me da tiempo a reaccionar.
—Estás muy sucia —dice, ignorando mi frustración y descolocandome del todo. Su mirada me recorre de arriba a abajo, y una mueca se dibuja en sus labios .—Ve a darte un baño. Y esta vez, no intentes nada tonto.
¿Como se atreve a hablarme de esa manera? Tengo ganas de proporcionarle una cachetada en su pálida piel , pero el orgullo no logra desentumecer los músculos que el miedo a paralizado cuando este hombre me habla .
¿Como pretende que me mantenga limpia viviendo entre la vegetación? Tengo suficiente con encontrar que comer y no dejar que nadie más me encuentre, como para ahora sumarle mi cuidado personal. Hasta ahora he fallado en todo pero por lo menos estoy con vida , sabrán los dioses hasta cuando .
Muerdo la cara interna de mis mejillas para no soltarle una blasfemia en lo que asiento . No puedo jugar con fuego , estoy en un lugar más que desconocido con dos seres altamente peligrosos. Si quiero escapar con vida debo seguirle la corriente a este que al parecer es el más sensato de los dos .
— Ni bien termines te espero en el salón principal — ordena, su voz seca y autoritaria. No hay ninguna inflexión en su tono, ninguna muestra de consideración o cortesía. Es una orden, y nada más. — No me gusta esperar , si veo que demoras mandaré a Azrael por tí .
Con la mención logra que se me crispe hasta el último vello de mi cuerpo.
Va hasta el pasillo y vuelve con una pequeña cesta que deja sobre la cama . Luego, sin decir nada más, se da la vuelta y sale de la habitación, dejándome sola con la vergüenza y las dudas carcomiendome .
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Sendero de espinas
FantasyDe repente se vio sumida en las penumbras de la noche y sus piernas comenzaron a avanzar apresuradamente por inercia.Con cada paso que daba, sentía como sus pies eran perforados como si miles de agujas se clavaran en ellos. Miró al suelo y se percat...