El cielo estaba tan gris que casi parecía de noche, aunque apenas eran las cuatro de la tarde. Sentía el frío colarse por debajo de mi abrigo, pero la bufanda que Claus me había dado ayudaba a mantenerme un poco más cálida. Mi cumpleaños, se acercaba, pero hoy todo giraba en torno a él y al primer juego al que me había invitado.
Aunque el frío me calaba hasta los huesos, la emoción del momento me mantenía cálida. Claus se movía con fuerza en el campo, su habilidad evidente incluso para alguien como yo, que apenas entendía las reglas del juego. Pero a pesar de su presencia dominante, no podía evitar que mis ojos se desviaran constantemente hacia Hadriel.
Yo sé de primera mano que cualquiera pensaría que es porque todavía me atrae, y aunque tiene algo de cierto, cada vez es menos. En estos dos meses Claus ya se había dispuesto a que yo fuera su pareja, y juro que me estoy dando una oportunidad con él, sobre todo por lo que hace por mi.
Hace días que no paro de pensar en Evans, había algo en él, en la forma en que se desenvolvía, que hacía que mi corazón latiera un poco más rápido. Nunca lo quise admitir con mis amigos, pero él se ha sabido ganar mi corazón y siento que no lo merezco.
A la par, doy retroceso y recuerdo la primera conversación directa con Hadriel, nos encontramos en la biblioteca mientras yo buscaba algo relacionado a la medicina (y saber a lo que me enfrentaba).
No recuerdo muy bien las veces en las que me acerqué a él sin éxito. La última ocasión solo me tomó por la cintura para abrirse paso por el camino de estudiantes, sin más.
—Disculpa, ¿sabes que día es hoy? —no me había dado cuenta que Elizabeth, mi compañera de el taller de primeros auxilios se había sentado a mi lado, creo que debo dejar de sobrepensar todo.
Devuelvo una sonrisa y contesto —11 de octubre —. musita un gracias y vuelve con sus amigos.
Pasado unos minutos logro ver a Cora y Ackley quienes venían de comprar golosinas.
—Vaya, si que va a llover —. Ackley mira al cielo para después pasarme una gaseosa.
—A veces todavía extraño espiar a Hadidy —dice Cora mientras me pasa unas galletas de avena.
—Lo lamento chicos, pero no me puedo quedar estancada en el pasado, es hora de que también haga mi lista para saber con quién me casaré —explico con una sonrisa mientras sacudo mis botas.
Ambos aceptan mi respuesta y nos dedicamos a pasar el rato en el partido. De repente, la lluvia empezó a caer con más fuerza, convirtiendo el campo en un lodazal. Los chicos no se detenían y estaban dispuestos a tener un ganador para la temporada. En medio tiempo, logré ver como Claus y Hadriel intercambiaban unas palabras, para después darme unas miradas que no sabía comprender.
—Qué están haciendo —. Ackley se tapa con mi bufanda roja mientras vemos a Hadriel y Claus chocar en varias ocasiones.
—No tengo idea, pero lo que están por hacer no se ve muy bueno —Cora se le une a Ackley mientras continuábamos viendo el final del partido.
Finalmente, las Cobras de Santa Acosta habían tenido su triunfo, sin embargo el capitán y mi chico no se veían contentos. Sentí una especie de ansiedad creciente en mi pecho cuando vi a Hadriel acercarse a Claus. Había algo en su mirada que no había visto antes, una tensión que hacía que el aire se sintiera más denso.
Los dos se enfrentaron, y antes de que pudiera entender lo que estaba pasando, estallaron. Claus y Hadriel se enredaron en una pelea que me dejó sin aliento. Mis ojos se abrieron de par en par, y mi corazón se aceleró al ver a Claus lanzar a Hadriel al barro, empujándolo con una fuerza que no había visto en él antes.
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Recuerdo I: El Recuerdo (B) ©
Teen FictionElina siempre ha sentido que algo le falta en su vida; la compañía de alguien con quien compartir sus sueños y miedos. Por otro lado, él ha vivido en la soledad, anhelando el calor de un amor sincero. Sus caminos se cruzan por una serie de casualida...