𝟖

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El joven sentía que sus manos no dejaban de temblar y sudar, no logró dormir nada por lo que sus ojeras estaban claramente marcadas, su madre Neytiri lo notó, pero no dijo nada pues supuso que una vez más Neteyam se quedó hipnotizado por su teléfono perdiendo completamente la noción del tiempo, ojalá. El clima frio y nublado, pues había estado lloviendo toda la noche, pero, aunque había dejado de llover el cielo seguía oscuro como si en cualquier momento volviera a llover; yaciendo de pie en frente del instituto, sentía que su cuerpo se hundía en la tierra mojada, era más que obvio que no quería entrar. 

- Neteyam...tranquilo. - musitó Lo'ak quién le hizo un gestó con la cabeza para avanzar, quizá fue su hermandad o el hecho de que por primera vez en muchos años Neteyam se veía, fatal. Haciendo que Lo'ak obedezca a su hermano mayor sin protestar. - ¿Que clase tienes? 

- Tengo...- lo recordó, y sintió que el corazón se le hacía polvo. - Frances. - clase de francés, la peor de sus clases, cada que entraba a esa clase le iba peor, clase de francés. Con Ao'nung. 

- Ya veo. - conversación cortada, no había más que decir y ciertamente no podrían hablar más puesto que en ese momento sonó la campana. - Bueno, ya me voy. 

Neteyam en lugar de ir al aula dio un desvió hacía el baño, estaba considerando seriamente quedarse ahí las dos primeras horas. Él yacía sentado en la tapa del inodoro, mirando su teléfono, deseando enfocar su mente en algo diferente que no sea en sus calificaciones decadentes y en Ao'nung. Pero al haber sido Neteyam toda su vida un "niño de reglas" decidió salir del cubículo del baño y así intentar enfrentar esa clase. Al salir lo vio, enfrente del lavamanos, con la cara empapada al igual que su cabello, los ojos rojos; quien al alzar su mirada y verlo a traves del espejo evidentemente apretó su mandibula con gran odio. 

- Ao'nung...- murmulló Neteyam al verlo, estaba estático. Tan grande era su vergüenza y miedo que simplemente bajó la mirada. - Ao'nung yo...lo siento. 

Escuchó sus pasos, hasta que vio los zapatos del otro entrar a su campo visual. - Tranquilo. - sintió la caricia de Ao'nung en su cabeza, tan suave y gentil que lo dejó helado. - Supongo que me lo tenía merecía, he sido un cabrón contigo y tu hermano. - Ao'nung tomó el mentón de Neteyam con su mano para así verlo a los ojos. - No debí haberlo insultado en primer lugar...y menos haberte amenazado, te ves mal, ¿No pudiste dormir bien?

- No...pero. 

- Nada de "pero", déjame emendar mi error; o parte de ello. - Ao'nung tomó la mochila de Neteyam para alivianar su espalda, ¿Que pasaba? ¿Acaso a Ao'nung tocaba tratarlo a las patadas para que sea un caballero? 

- Ao'nung, ¿Porque haces esto? Yo te acusé de algo horrible, y me estás...tratando bien, deberías golpearme o..gritarme. 

- Lo haría, te lo mereces, pero...- dio pausa para acariciar la mejilla de Neteyam con el dorso de su mano. - No soy capaz de hacerte algo así. - Estaba asustado, pero extrañamente también comodo con Ao'nung, y es que Ao'nung se sentía como una orca; suave, lindo pero mortal. - Me sentía un poco agobiado, pensaba en salir de aquí e intentar calmarme, ¿Vienes conmigo? 

Tenía clase de francés, una falta a esa clase sería terrible pero tampoco tan grave, ¿no? - ¿Y a dónde vamos?

-¿Qué te parece si vamos a mi casa? Pero no la que conoces, mis padres compraron una casa cerca al mar, para pasar las vacaciones allá. Es muy bello, te va a gustar. 

- Esta bien. - dudaba en ir pero la amabilidad de Ao'nung e incluso de atrevida belleza mortal eran tan hipnotizantes que no pensó en tan siquiera negarse. 


𝑃𝑒𝑠𝑐𝑒 '𝐵𝑎𝑐𝑖𝑜┊𝐴𝑣𝑎𝑡𝑎𝑟Donde viven las historias. Descúbrelo ahora