Valentina
Mónaco
—¡Buenos días, cumpleañera! —exclamó Nicolás entrando a mi habitación para abrir las cortinas dejando que los rayos del sol inunden mi habitación.
—Feliz cumpleaños—Dejo un beso en mi frente.—Te espero abajo para desayunar.
El salió al mismo tiempo que me levanté de mi cama y entre al baño para arreglarme, se que este día no va a ser nada facil de superar ya que es uno de esos en dónde la nostalgia me inunda completamente por la falta que me hace mi abuela.
La mesa del patio estaba llena de frutas frescas, tostadas y una jarra de jugo de naranja. Mientras disfrutaba del desayuno, el timbre de la puerta sonó. Nicolás se adelantó para abrir y volvió con un ramo de flores.
—Esto es para ti—dijo, entregándomelas—. Quien será el destinatario.
Sonreí al ver las iniciales en la pequeña tarjeta.
Feliz cumpleaños pequeña Pérez.
C.Z
Intercabiaba mensajes diariamente con cierto español así que tome una foto y se la envié.
Sin embargo trate de recordar si en alguno de esos mensajes le había dicho mi fecha de cumpleaños pero no, no lo había hecho, además en mis redes sociales no tengo nada publicado con respecto a esa fecha.Y si me pongo a pensar un poco más allá, mi familia tampoco publica estás cosas por consejos de mi hermana Paola, ya que dice que no se ve bien que la familia esté haciendo ese tipo de publicaciones cuando nos vemos las caras diariamente y nos podemos decir las cosas personalmente, que es ridículo hacerlo público mediante una red social.
Incluso una vez Checo y ella tuvieron una gran pelea, por qué mi hermano subió una foto mía a sus historias de Instagram felicitándome, cabe recalcar que dicha publicación no duró más de quince minutos, porque según Paola eso era una vergüenza.
Aún me acuerdo de sus palabras claramente "A nadie le interesa si la escuincla de la familia cumple años, borra esa foto ahora Sergio"
Dejando de lado el mal recuerdo que me llegó, como se habrá enterado Carlos de mi cumpleaños.
—Asi que Carlos.—Nicolas había tomado la pequeña tarjeta y una sonrisa burlona se le formó en el rostro.
—Que.
—Nuevo amigo.—Hablo llevande su tostada a la boca.
—Tal vez.—le conteste.
Paso la mañana y aún no había recibido noticias de mi familia me hizo sentir una punzada en el corazón. Con cada hora que pasaba, revisaba mi teléfono, esperando algún mensaje o llamada de mi papá, o al menos un simple "feliz cumpleaños" de mi hermano Checo.
Pero el teléfono permaneció en silencio.
A medida que el día avanzaba, la esperanza de que alguno de ellos recordara mi cumpleaños se iba desvaneciendo.
Nicolás me convenció de ir a caminar a la playa, después de todo necesito despejarme.
La tarde llegó y, con ella, una oleada de nostalgia que me arrastró a mis recuerdos de infancia.
En mi mente, veía la galería de mi abuela en Italia, donde solíamos celebrar juntas mis cumpleaños. Recordaba el olor del café recién hecho, las historias que mi abuela le contaba, los cuadros que pintabamos juntas, y la calidez de su amor.
Aquellos eran días simples, pero llenos de un cariño que ahora me hacía más falta que nunca.
Sentada en la arena, mire el horizonte, luchando contra las lágrimas. No podía evitar sentir que, de alguna manera, mi familia me había olvidado, en especial Checo.
La rabia que habían mantenido hacia mi durante tanto tiempo parecía no tener fin, ni siquiera en un día como hoy.
—¿En qué piensas? —preguntó Nicolás, sentándose a mi lado.
—En mi abuela —dije apenas un susurro—. Cuando era niña, siempre pasábamos mi cumpleaños juntas en su galería en Italia. Era un día especial, lleno de risas y amor....—Nicolas sabe toda la historia pero me es importante decirlo en voz alta para que el recuerdo de la unica mujer que se preocupaba por mi se mantenga vivo.
Sentí la mirada de Nicolás con compasión, entendiendo el dolor que ocultaban mis palabras.
—No estás sola, Valentina. Tal vez las cosas no son como esperabas, pero aquellos que te queremos estamos aquí, y eso es lo que importa ahora.
Asenti, intentando asimilar las palabras de mi amigo, aunque el vacío en mi pecho persistía. Sabía que no era tan fácil ignorar la ausencia de aquellos que más quería, especialmente en un día que solía ser de celebración familiar.
Al anochecer volvimos a la casa, Nicolás se adelantó y entro a la casa primero.
—Esperame.—Nicolas entro corriendo prácticamente a la casa
Al entrar a la casa lo primero que ví fue un paste con muchas velitas encendidas en medio de la oscuridad.
—Happy birthday dear Valentina, happy birthday to you.—La unión de varias voces entonando la canción de cumpleaños para mí me dejo sorprendida.
El hombre con el pastel en su manos se acercó a mi.
—Sopla las velas.
Cerre los ojos por un momento, recordando las manos arrugadas de mi abuela guiándome a soplar las velas cuando era niña. Esta vez, aunque la tristeza seguía ahí, me permitió sentir una chispa de esperanza.
—Gracias.—dije, con un nudo en la garganta—. Por estar aquí.
Blanca y Ana fueron las primeras en acercarse a darme un abrazo, para después darle el turno a su hermano quien ya había dejado el pastel en la mesa.
—Feliz cumpleaños.
—Es la tercera vez que lo dices.—Hable separandonos del abrazo.—Te llevarías el premio a la persona que más me ha felicitado hoy.
—Que gran honor.—Note como su mirada se dirigió a las flores que s eenontraban en la mesa principal.
La prencia de el era lo menos que me esperaba hoy pero fue una de las cosas que más me gustó.
Pasamos el resto de la noche tomando vino y comiendo ciertos aperitivos que Nicolás había mandado a preparar antes de que nos fuéramos a la playa.
Está noche apagué las velas, deseando en silencio algún día poder volver a celebrar como lo hacía en la galería de mi abuela, llena de amor y risas, sin ninguna tristeza en el alma como cuando
***
Les dejo un regalito por aquí ;)
Carlos
—Tu también te enteraste por medio de Nicolás.—Valentina me preguntó ya que mis hermanas se enteraron de su cumpleaños por qué Nicolás les dijo.
Negué
—Lo sabía mucho antes que esas dos.—Señalo a mis hermanas.
—Entonces.—Siguio indagando la pequeña mujer que tengo sentada a mi lado muy cerca de mi.
—Lo escuché por ahí.—Trate de restarle importancia.
No le diría que su hermano Checo me invitó a su casa y que casualmente ví fotos de ella cuando era niña y que casualmente ví la fecha en una esquina de una foto de ella con un pastel y que lo recordaba desde ese día.
No le diría eso, al menos no por ahora.
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CURVAS DEL DESTINO
Fanfiction¿Que ocurre cuando dos mundos que parecen distintos se juntan? Ellos estaban destinados a conocerse y permanecer juntos sin embargo la gente que los rodea no estará de acuerdo con aquello. Seguirán su corazón y permanecerán juntos, o se separaran pa...