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Valentina 

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Valentina 

Guadalajara, México.

Mi cuñada preparó una pequeña celebración para mi sobrino en casa de mis padres, solo con los familiares cercanos ya que a él no le gustan mucho las multitudes.

En eso se parece a mi. 

La casa de mis padres sigue siendo igual de imponente, los jardines bien cuidados y el personal pendiente a quien llegue en la entrada.

—Valentina mi niña.—Fui recibida por mi nana.—Qué bueno es verte.

Ella ha estado a mi lado desde que tengo uno de razón como mi niñera, Maria me cuidaba  cuando mamá se negaba a hacerlo.

—Nana.—La abraze recordando como me protegía entre sus brazos cuando era niña.—Te extrañe.

Ella solo tiene un hijo que se fue muy joven a probar suerte en Estados Unidos aunque mi familia le brindó apoyo el no lo quiso aceptar y prefirió irse dejando atrás su madre.

María vive en casa de mis padres desde hace muchos años, cuando me mude al departamento los primeros meses la visitaba constantemente pero siempre peleaba con mi madre cuando nos encontrábamos en la casa hasta que un dia mi nana me dijo que ya no viniera a verla si eso me traía problemas.

Me he comunicado con ella por llamadas y mensajes incluso nos hemos visto fuera de este lugar, las últimas semanas no la he podido reunirme con ella por el trabajo.

—Ven conmigo todos están esperando.—Asentí y entré tomada de su mano.

—Tia Vale.—Chequito corrió hasta mí y me agache para estar a su altura.

—Feliz cumpleaños pequeño piloto.—Lo abrace.—Estas creciendo muy rápido.

—Hermana.—Ahora es Sergio quien se acercaba a mi con su característica sonrisa.

—Mi piloto favorito.—Le correspondi el abrazo. Paola y Memo estaban conversando junto a mi madre que ni siquiera se dieron cuenta de mi presencia.

—Hijita.—Mi padre se levantó del lugar en dónde se encontraba sentado a recibirme.

La tarde paso en pláticas sobre Sergio y el cómo en cada carrera se estaba consolidando más en la Fórmula Uno.

Se que mi hermano va a tener un campeonato pronto, él ha demostrado que se lo merece.

Alana llegó más tarde junto a su madre, vi como Carola se puso algo incómoda con la presencia de esas dos mujeres.

—No se que hacen ellas aquí.—Estábamos en la mesa de bocaditos seleccionado los que tienen mejor pinta.

Corola no tenía una buena relación con ellas pero trataba de ser cordial porque al final del día son familiares de su suegra.

—De Seguro mi madre las invito.—Le dije.

CURVAS DEL DESTINODonde viven las historias. Descúbrelo ahora