"Regreso"

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Paso casi un año desde la muerte de mí padre y la llegada de Viggo a Berk, en los que nos enfocamos principalmente en rescatar a los dragones de un grupo de cazadores del Este.
Por otro lado, Viggo, al principio no fue muy bien recibido, pero supo ganarse la confianza de todos, incluida la mía, pero, al momento de la verdad, más de uno le hecha en cara el tipo de persona que fue.

Ahora mismo me encuentro saliendo del gran salón, acabamos de tener una reunión donde discutimos sobre empezar a atraer los dragones recatados hacia Berk, no todos estuvieron de acuerdo, pero la decisión se tomó y fue positiva.

-¿Estás ocupado?.- Me dice alguien que apareció detrás de mí, es Astrid.
-Ahora mismo no, ¿Sucedió algo?.
-Queria hablarte sobre algo..- Me regaló una tímida sonrisa.
-Me parece bien, vamos a casa primero, me encuentro bastante cansado.
Y eso fue lo que hicimos, nos dirigimos a casa y entramos, ella se sentó frente a mí y una tensión se sintió en el aire.
-Hi-hipo.- Hizo una breve pausa.- ¿Haz pensado en el matrimonio?.- ¿Matrimonio?, oír esa palabra me da escalofríos, pero, en ningún momento pensé en la posibilidad de "eso".
-Sinceramente, no.- A simple vista note como Astrid hizo una pequeña mueca.- Pero, aunque no piense en eso ahora mismo, puedo hacerlo más adelante, cuando me sienta listo.- Realmente no me siento listo para algo como el matrimonio, pero, si tengo a Astrid a mí lado, se que todo estará bien.
-Oh, está bien.- Ella se levantó de su asiento, tomo su hacha y se fue.
Las mujeres son más difíciles de lo que parece.

No es momento de preocuparme por esto, puedo hacerlo luego, ahora mismo tengo que seguir explorando los alrededores del Archipiélago.

Salgo de mí casa y me encuentro con Chimuelo, quien ya se encontraba listo.- Siempre te adelantas a mí, amigo.- Dejo salir una pequeña risa.
Chimuelo solo sonrió y dejo salir su lengua divertido.
Me monto en el y me comienzo a dirigir hacia el norte.

Ya pasaron más 30 minutos desde que pase el borde del mapa del archipiélago, noto una gran cantidad de nieve, y supongo que será así por días.

Chimuelo comenzó a girar su cara hacia el lado derecho, solo hay nubes, pero el parece prepararse para algo.
Decido preparar mí escudo.
-¿Que sucede amigo?.- Chimuelo comenzó a gruñir, y lanzó un ataque plasma.
Esto es extraño, ¿Estás bien amigo?.
En lo que me hacía está pregunta a mí mismo, apareció una manada de Dragones frente a nosotros, trato de cubrirme con mí escudo pero es inútil, uno de ellos me tomo de los hombros y comenzó a llevarme hacia algún sitio junto a los otros.
-¡Chimuelo!.- Solo puedo ver a Chimuelo planear cada vez más cerca del suelo, mientras comienzan a llevarme hacia algún sitio, estos dragones parecen entrenados, Mierda.

Pasaron varios minutos, y un pequeño grupo de ellos comenzó a volar hacia la dirección de la cual venimos.
Los restantes me llevan hacia una gran montaña de ¿Hielo?, si, de hielo.

Me llevaron por una entrada, un oscuro pasillo, hasta que me soltaron finalmente en medio de todos ellos, en una oscura sala.

-Tra-tranquilos, soy amigo de los dragones.- Saque a Inferno, la encendi y comencé a moverla lentamente frente a ellos, esto suele calmar a la mayoría de ellos.

Antes de darme cuenta, una persona apareció por detrás de los dragones.
-¿Quien eres?.- Trato de señalarlo de forma hostil con mí espada, pero los dragones de tornaron hostiles.
La persona en cuestión se me acercó lentamente, se agachó frente a mí, tocó la cicatriz de mí mentón y se hizo hacia atrás.
Se sacó el casco blanco que tenía colocado, es una mujer.
-Imposible.- Dijo ella.- ¿Hipo?.- Yo me quedé en blanco, ¿Me conoce?
-S-si, pero, ¿Tu eres?.
-Eras tan solo un niño la última vez que nos vimos, aún no podías hablar.- Dijo para colocar su mano en mí mejilla.
Quito su mano bruscamente de mí mentón.
-Dejate de juegos, ¿Quien carajos eres?.- Saco una navaja de mí manga y la apunto con ella, poco me importo que los dragones se muestren hostiles, esto se está tornando raro
-Soy tu madre.- Mí corazón se detuvo durante un segundo, ¿Mí madre?, ¿Está viva?, ¿Es ella?, ¿Vive con dragones?, ¿Que hizo durante estos 19 años?.
Antes de poder preguntar cualquier cosa, ella comenzó a caminar por un hueco, y yo la seguí, tratando de hacer preguntas en el camino, pero ninguna fue respondida.
Una luz se filtraba en el final del túnel, y allí fuimos, ella se detuvo fuera, se dio la vuelta, y levanto ambos brazos.
-¡Esto!.- Dijo emocionada, mostrando tras ella, una gran zona, rodeada de Hielo, tiene vegetación y cientos de dragones allí.
-Tu.. Estuviste ayudando a los dragones.- Ella cambio su rostro a uno un poco triste.- No, no, no es malo, de hecho, todos ayudamos a los dragones en Berk, incluso papá lo hacía.
Su mirada cambio a una un poco más seria, precio que iba a decir algo, pro fue interrumpida por dragones llegando.
-¡Chimuelo!.- Fue lo primero que dije al verlo caer al suelo.
Mí madre me miró un poco sorprendida.
-Un furia nocturna, bastante extravagante.
-Si, lo es, es mí mejor amigo.- Comienzo a sobar la cabeza de Chimuelo.
-¿Y como se conocieron?.
-Yo.- Dejo un breve silencio.- Lo derribe.- Pude notar una mirada fulminante a mí nuca.- Y el perdió su cola en el proceso, iba a matarlo, pero al verlo tan, indefenso, con miedo, sentí que me estaba viendo a mí mismo, así que le fabrique una cola para que pudiera volar, lo único malo es que tiene que tener un jinete con el para hacerlo.
-Entonces está contigo porque no puede volar sin ti.
-puede parecer así, pero es gracioso, escapamos de Berk por qué yo quería protegerlo, a el, y al resto de dragones, sabía que no nos aceptarían, pero una noche tuve que mostrarme con el, Berk estaba siendo atacada por un Skrill, entonces corrí con el por ayuda, logramos derribar al Skrill, pero recibimos un último ataque que casi acaba con nuestras vidas, ambos escapamos de Berk heridos, y todos pensaron que habíamos muerto.
-Esa si que es una gran historia, podría ser incluso mejor que la mía.

No soy uno más || Hipo x Astrid || Hiccstrid || PausadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora