Vampyrist [Dee ٭ Metal Family]

#OO4

Habían pasado unos dos días desde que Velika y Dee tuvieron contacto visual, por lo tanto, también fueron dos días en los que el rubio fingió estar enfermo para no ir a clases. Dee se sentía tan confundido y avergonzado que no quería cruzarse ni con la pelirroja, ni con el hermano de la misma, su investigación también había quedado en pausa, al menos por ahora.

Resulta que ver el apellido de los dos hermanos en aquel libro le impresionó de una muy mala manera y decidió ponerse el límite de no investigar nada hasta que sus emociones volvieran a la normalidad.
Por mientras, cuando Heavy llegaba de la escuela compartían algunos momentos, pero luego el menor hablaba de Velika y el ambiente se tensaba.
Heavy no entendía porqué a su hermano le molestaba tanto que hablara de su nueva amiga, pero en realidad, Dee tampoco lo sabía. Así que se formaba un incómodo silencio en donde cada uno buscaba excusas para desaparecer de la habitación del otro.

Y ahora, viernes en la mañana, volvió a pedir a su padre faltar a clases.

—¿Otra vez, Dee? — le preguntó Glam con una mirada seria. Ya veía mucho mejor a su hijo, pero ciertamente él ya sabía que Dee no estaba enfermo. Le preocupaban las razones que tenía su hijo para mentir así, pero pensando que era algún resultado de la adolescencia decidió dejarlo pasar los dos días anteriores, aunque ahora Glam comenzaba a creer que tendría que intervenir pronto — Te ves mucho mejor ahora.

—Sí, yo... — el menor trataba de mantener el contacto visual con su padre y fingir que no estaba nervioso — pero me parece estúpido ir hoy. Hay jornada más corta y la verdad no tendré ninguna clase importante — Glam asintió, entendiendo los argumentos de su hijo.

—Sólo por esta vez, Dee — dijo e hizo un ademán de que el menor saliera de la oficina para continuar con su trabajo, Dee así lo hizo. Se recargó del otro lado de la puerta, fuera de la vista de todos y suspiró cansado de su propia mente.

Dee se fue alejando de la oficina de su padre, con una carga de pensamientos que lo hacían sentir entre culpable y aliviado. Sabía que no podía evitar a Velika o a Corbin para toda la vida, pero por ahora se daría el lujo de huir de la situación, el fin de semana sería suficiente para despejarse por completo y regular sus emociones.

Comenzó a caminar con pesadez hacia su habitación, el pasillo de paredes azules y luces cálidas le hacían sentir que estaba más acogido en su casa que en cualquier otro lugar, el suelo de madera oscura rechinaba un poco con sus pisadas lentas y quejumbrosas. Fue casi al final del pasillo que vio a su hermano salir de la cocina, desarreglado y sosteniendo un tazón con cereales entre sus manos.

—¡Hey, Dee! — saludó el menor con pequeño entusiasmo. Heavy siempre era así, extrovertido, animado y en veces ingenuo, todo lo contrario a Dee, quien era un chico más centrado, callado y como solía decir su madre; insensible.

—Hey... ¿No vas a la escuela? — preguntó con curiosidad al ver a su hermano con pijama, eran aproximadamente las 7:40 AM y lo normal sería estarle viendo corriendo de un lado a otro por llegar tarde.

—No, convencí a mamá de faltar y papá estuvo de acuerdo — respondió y comenzó a cucharear su cereal ahí mismo en el pasillo. El rubio solo asintió y observó unos segundos a su hermano con la aliviante idea de que el pelirrojo no tendría contacto con Velika hoy, al menos hasta el Lunes no le preocuparía la molestia que sentía cuando Heavy le compartía información sobre Velika que a él mismo le hubiese gustado averiguar por su cuenta, hablando con ella.

—¿Pasa algo? —preguntó el más bajo al ver la cara de angustia que tenía su hermano.

—Nada, no me siento muy bien ahora.

—¿Sigues enfermo? Deberías acostarte, yo también subiré para dormir más — Dee solo asintió y fue al piso de arriba, subiendo sin ganas los escalones de la respingada escalera de su casa.