Después de su regreso a España, Shay y Natalia no perdieron tiempo en enfocarse en su nuevo proyecto. Ambas estaban decididas a crear algo propio, algo que las liberara de las ataduras de sus familias y les permitiera forjar su propio camino. Habían estado trabajando incansablemente en el plan para una nueva firma de arquitectura, especializada en el diseño de hoteles costeros, una fusión de la visión de ambas.
En su elegante oficina, Shay revisaba los planos arquitectónicos en su pantalla mientras Natalia se encargaba de los detalles financieros. Había un flujo natural en la forma en que trabajaban juntas, como si el matrimonio de conveniencia hubiera encontrado un ritmo que les funcionaba.
"¿Estás lista?" preguntó Natalia, ajustando su blazer antes de la reunión con las directivas de ambas empresas.
"Lista" respondió Shay, con una confianza que reflejaba tanto en su voz como en su porte.
La reunión se llevó a cabo en una sala de conferencias amplia, con grandes ventanales que ofrecían una vista panorámica de la ciudad. Las directivas de Ducatti y Salvatore estaban presentes, cada uno de ellos con expectativas altas sobre lo que se propondría.
Shay fue la primera en tomar la palabra. Su presencia dominaba la sala mientras presentaba su visión arquitectónica con una mezcla de pasión y precisión. Explicó cómo la firma se enfocaría en el diseño de hoteles que no solo se integrarían perfectamente en los entornos costeros, sino que también ofrecerían una experiencia única y lujosa para los huéspedes. Con cada detalle que compartía, era evidente que su propuesta no era solo un sueño, sino una visión bien pensada y ejecutable.
Natalia continuó, tomando el relevo con la misma confianza. Explicó las proyecciones financieras del proyecto, cómo las inversiones iniciales se recuperarían rápidamente gracias a la alta demanda de turismo costero de lujo y cómo las ganancias fluirían directamente hacia ellas, sin depender de las fortunas familiares. Su presentación fue meticulosa, detallando cada aspecto económico con claridad.
Cuando terminaron, hubo un breve silencio en la sala. Los miembros de las directivas intercambiaron miradas, claramente impresionados por la determinación y el profesionalismo de ambas mujeres.
"Es un proyecto ambicioso" comentó finalmente uno de los directivos de Ducatti. "Pero veo un gran potencial."
"Nosotros también lo creemos" respondió Natalia con una sonrisa segura.
Los padres de ambas, presentes en la reunión, no podían disimular su orgullo. Para ellos, ver a sus hijas tomar las riendas de su futuro de esta manera era más que satisfactorio. Sabían que lo que estaban logrando iba más allá de los negocios; era un paso hacia la independencia que ambas siempre habían anhelado.
Al finalizar la reunión, tras recibir el apoyo unánime para su nueva empresa, Shay y Natalia se encontraron en su oficina, un poco más relajadas pero aún emocionadas por lo que acababan de lograr.
"Lo hicimos" dijo Shay, sonriendo mientras dejaba que la tensión abandonara sus hombros.
"Lo hicimos" repitió Natalia, acercándose para darle un beso suave. "Ahora, a construir algo que realmente sea nuestro."
Tras la presentación, cuando la sala comenzaba a despejarse y los directivos se retiraban, Anto e Isabella se acercaron a Shay y Natalia con sonrisas sinceras. Isabella abrazó a Shay, y Anto la siguió con un apretón de manos firme, mirándola con orgullo en sus ojos.
"Felicidades, ambas hicieron un trabajo increíble" dijo Isabella, antes de girarse hacia Natalia. "Natalia, es impresionante ver cómo han llevado todo esto."
Natalia sonrió agradecida, intercambiando un gesto de complicidad con Isabella, mientras Anto miraba a Shay con una mezcla de admiración y curiosidad. Aprovechando la oportunidad, Anto le hizo una seña a Shay para que se apartaran un poco, dejándolas hablar a solas.
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Kappa's Secret: A Hidden Love Affair
Teen FictionAmor y Traición. Descubre una historia de amor que lucha por sobrevivir entre sombras y secretos. Acompaña a Ashley en su viaje emocional mientras enfrenta los desafíos de amar a alguien que teme mostrar su verdadero yo al mundo. La fiesta en la fra...